HOSTELERÍA DE ESPAÑA muestra su preocupación por el cambio unilateral de las condiciones de facturación de Glovo. Este cambio podría generar problemas graves a los sistemas administrativos de las empresas de restauración.
Glovo, ahora propiedad de Delivery Hero, busca evitar la “Ley Rider” y para ello desinforma a sus clientes explicándoles que la nueva norma dispone que los mensajeros son autónomos, cuando en realidad la norma establece lo contrario. De hecho, Glovo anunció, cuando se aprobó la ley, que incorporaría a su plantilla al 20% de los riders, para adaptarse a la regulación. Además, los trabajadores con contrato, que se encargan de dar el servicio a ocho dark stores en Barcelona se han organizado contra la plataforma para montar el primer comité de empresa.
Estas decisiones pueden llegar a obstruir los sistemas administrativos de los restaurantes adscritos a su servicio y además, podría situar a las empresas hosteleras como responsables de la contratación y cotización de los trabajadores.
La confusión generada por esta start-up, a diferencia de las posiciones que han mantenido otras, genera preocupación entre el sector hostelero por las consecuencias que puede llegar a generar en un servicio que para la hostelería ha sido esencial en estos años de pandemia y que continúa en crecimiento, sobre todo en las grandes ciudades del país.