La hostelería se vuelca con Ucrania a través de World Central Kitchen

Fernando Alfayate, presidente de la Federación de Hostelería de Ávila, ha hecho un gran esfuerzo en el que ha implicado a la hostelería abulense y a nivel nacional para colaborar con World Central Kitchen.

¿Cómo surge esta colaboración con World Central Kitchen?

El punto de partida de esta colaboración fue, por desgracia, el incendio sufrido en Ávila, uno de los más grandes de España en los últimos tiempos. En los primeros momentos del incendio se produjo mucho caos y hubo algunas cosas de logística que tardaban en llegar. En esta situación tan difícil, WCK dio y un paso adelante y pidió colaboración a la Federación de Hostelería de Ávila para conseguir alimentos para poder cocinar a partir de la solidaridad de todo el mundo. Gracias a eso se establece el contacto, que ya queda  para colaborar en cualquier emergencia en la que nos necesitan, como sucedió posteriormente con el volcán de La Palma o los Monzones en Asia.

De hecho, como posteriormente nos ha dicho Alicia, la representante de WCK: “tú y todos los tuyos ya sois parte de WCK”.

¿ Os pusisteis en contacto con ellos con el comienzo de la crisis de Ucrania?

En cuanto comenzó esta crisis quisimos ver cómo podíamos ayudar, y ellos nos transmitieron que necesitaban nuestra ayuda, no sólo de nuestra federación regional sino de toda la hostelería a nivel nacional. La primera necesidad que nos transmitieron es que necesitaban transporte para poder llevar los menús a la frontera con Polonia. Por suerte o por desgracia, los hosteleros conocemos gente de todo tipo y en cada rincón . En este caso me sirvió para llamar a Juanjo, que trabaja en una de las empresas de logística más potentes de Ávila, para pedirle 2 tráiler y cuatro chóferes. En un primer momento era imposible acometerlo en los plazos necesarios pero ante la gravedad de la situación al día siguiente lo tenía resuelto para que el convoy saliese inmediatamente.

¿Pero la colaboración no quedó ahí, verdad?

Con este primer escollo resuelto nos piden que hay la necesidad de hacer 100.000 menús. En solo unas horas, y más teniendo en cuenta las limitaciones de una provincia pequeña como es Ávila, teníamos una empresa con capacidad para hacer 20.000 menús, cumpliendo todas las medidas de seguridad necesarias.

A esto le siguieron unas carpas, cosa aparentemente sencilla, pero que requiere un gran esfuerzo porque hay unos tiempos de producción y más en un momento de pico de trabajo como es el actual, en plena temporada de preparación de eventos. Había que acelerar los procesos para que pudiesen irse las carpas en el primer camión de envío de material.

Esta es la ayuda que se podía enviar desde España, pero en el terreo también existían grandes carencias

Efectivamente en la frontera de Polonia se montaron cocinas, para que profesionales de Polonia pudiesen atender las necesidades básicas de los refugiados que llevaban a la zona. Allí una de las principales necesidades que surgieron fueron hornos. Desde Hostelería de España nos pusieron en contacto con Fagor Industrial, y en tres días nos habían puesto en terreno cuatro hornos con todas las necesidades de servicio técnico cubiertas.

Posteriormente ha habido más necesidades de materias primas, como proveedores de frutas que pudiesen llenar los camiones, y con la solidaridad de todos, también lo hemos ido cubriendo.

¿ La hostelería está demostrando que es un sector solidario?

Creo que estamos teniendo la oportunidad de devolver a la gente todo el apoyo que nos brindaron en la época de pandemia . Hemos tenido la suerte de poder aportar nuestro granito de arena a partir de los contactos que teníamos. Desde la aportación personal de cada uno se ha sumado toda la hostelería y estamos devolviendo la ayuda que hemos tenido de toda la gente, cuando en nuestro peor momento durante la pandemia  estábamos cerrados por las propias circunstancias o por decisiones políticas. Todo ese respaldo que recibimos lo tenemos que devolver y qué mejor manera que hacerlo con lo que mejor sabemos hacer, que es cocinar, tratar bien a la gente, tratarla con humanidad y acoger a los refugiados que están por venir.

¿Esa es precisamente  la siguiente fase?

Sé que es difícil acoger a alguien en tu casa, en una habitación, pero debemos hacer lo que esté en nuestras manos. Nos pusimos en contacto con la ONG local ACCEM, especializada en acogimiento de refugiados a los que les ofrecimos el apoyo de todos los hosteleros. Ahora mismo necesitamos alojamiento y manutención durante mes y medio aproximadamente hasta que desde los organismo competentes determinen las ayudas necesarias para que los refugiados puedan vivir dignamente.

Una vez más tirado de las ventajas que nos ofrece la tecnología y de todos los chats nos pusimos a trabajar en esta nueva necesidad y copiamos una iniciativa de los hosteleros de Córdoba para abrir una bolsa de trabajo para que los refugiados que lleguen a nuestro país puedan empezar una nueva vida con trabajo, una vez que estén cubiertas sus necesidades básicas iniciales.

Ahora es el momento de mantener el compromiso hasta el final y mantener nuestra disponibilidad y apoyo en todo lo que puedan necesitar de nosotros.