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Puerto de Mogán

Una buena forma de conocer la isla es alquilar un coche ya que la distancia máxima entre dos puntos no supera los 47,5 kilómetros. La superficie total es de 1.560 km² y la población se sitúa en torno a los 900.000 habitantes.

Su clima privilegiado, el patrimonio natural y 236 kilómetros de costa con preciosas playas en las que bañarse o practicar deportes náuticos son un atractivo para visitar Gran Canaria en cualquier época del año.

Este privilegiado destino cuenta con tranquilas calas en las que pararse a escuchar el sonido del mar y con zonas más turísticas como San Bartolomé de Tirajana, donde se ubica la famosa Playa del Inglés, pasando por entornos tan singulares como las Dunas de Maspalomas o como Las Palmas de Gran Canaria, con zonas más turísticos culturales . Gran Canaria también es una buena opción para los amantes de las actividades náuticas. Las posibilidades son abundantes: submarinismo, surf, vela, y por supuesto, windsurf, porque la isla está considerada como uno de los mejores lugares del mundo para practicar este deporte, de hecho, es sede habitual de importantes competiciones del circuito internacional.

El entorno natural de Gran Canaria es otro de su atractivo. El 46 por ciento de su territorio ha sido declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Además en 2019 Risco Caído situado en la zona del Norte de la Isla ha sido nombrado Patrimonio Cultural por la UNESCO. Siguiendo la amplia red de senderos existente, podemos recorrer a pie o en bicicleta los distintos parques naturales o, incluso, observar a las ballenas y los delfines en su hábitat natural, ya que la presencia de estos animales es frecuente en la parte sur de la isla.

OFERTA TURÍSTICA PARA TODOS LOS GUSTOS

Teror

Las Palmas de Gran Canaria es la capital de la isla y merece la pena pasear por el barrio de Vegueta, en el casco histórico. Allí se fundó la ciudad en 1478 y mantiene joyas arquitectónicas de estilo colonial. No debemos perdernos la plaza Santa Ana, la Catedral, las Casas Consistoriales, la Plaza de Santo Domingo, la Plaza del Espíritu Santo, la Iglesia de San Agustín, el Museo Casa de Colón, que alberga pinturas del renacimiento hasta el siglo XIX y elementos de la América Precolombina que conoció el marino en sus viajes.
En la zona de Triana se encuentra la Casa- Museo Pérez Galdós, donde vivió el escritor hasta los 19 años. Su visita es obligada para los amantes de la cultura.
Completamos las recomendaciones culturales con el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología, en el Parque de Santa Catalina, donde se desarrollan talleres y exposiciones ideales para ir con niños.
La capitalina Playa de las Canteras, es una mejores de las playas urbanas con olas del mundo y frecuentada por bañistas todo el año gracias a su temperatura suave. Son tres kilómetros de arenal con un gran paseo repleto de terrazas para disfrutar de la gastronomía de la zona.
Entre la playa y el puerto se eleva el Castillo de la Luz y el auditorio de Alfredo Kraus, donde tiene lugar el Festival de Música de Canarias.

Entre Las Palmas de Gran Canaria y Telde encontramos la Caldera de Bandama, junto al pico del mismo nombre y catalogada como monumento natural. Es una caldera volcánica de unos 5.000 años, con 216 metros de profundidad y 1.000 de diámetro. El nombre viene del comerciante holandés Daniel Van Damme, que allí se estableció en el siglo XVI.

Viñedos de Bandama, Playa de Sardina en Galdar, Elaboraciones gastronómicas de Gran Canaria, Mazapán y Bienmesabe, dulces típicos a base de almendras.
© Patronato de Turismo de Gran Canaria

Telde es otra ciudad que debemos visitar en la isla. Está a 14 kilómetros de la capital y ofrece espacios culturales relevantes como son el casco histórico de San Juan y San Francisco además de espacios naturales como el Barranco de los Cernícalos, playas como la de la Garita, Melenara, la del Hombre para practicar el surf y yacimientos arqueológicos, como Tara, Cuatro Puertas, Cendro, Tufia y Llano de las Brujas. Desde el Bufadero de la Garita, podemos realizar foto- grafías espectaculares, donde las rocas de la costa han generado unas grandes pozas por las que se introduce el agua en días de oleaje, formando un géiser cuyo sonido parece el bufido de un animal.
Telde también dispone de una importante oferta gastronómica.

En Maspalomas se concentra la mayor parte de oferta turística por sus playas de agua cristalina, arena fina y dorada. Además, la de Maspalomas es la playa más grande de Gran Canaria y conecta con la otra de mayor extensión, la del Inglés, que dispone de una intensa vida nocturna con mucha oferta hostelera y turística. La zona alrededor de la Playa de Meloneras también es muy popular y una de las más selectas. En sus aguas se puede practicar windsurf o submarinismo, además de disfrutar de diversos parques temáticos y campos de golf.
Sus carnavales son de lo más reconocido y también las fiestas patronales en honor a San Fernando, entre mayo y junio.
En sus alrededores está la reserva natural con tres lugares de excepcional belleza: las Dunas, el Palmeral y la Charca de Maspalomas.
Sus carnavales son de lo más reconocido y también las fiestas patronales en honor a San Fernando, entre mayo y junio.
En sus alrededores está la reserva natural con tres lugares de excepcional belleza: las Dunas, el Palmeral y la Charca de Maspalomas.

La Venecia canaria está en el puerto pesquero de Mogán con sus canales, estrechas calles y bonitas casas, además de preciosos jardines y agradables playas, sin olvidarnos de su hostelería y las zonas de tiendas. Los viernes acoge un concurrido mercadillo.

Bufadero de la Garita en Telde, Salinas de Tenefe en Santa Lucía de Tirajana, Albaricoques de San Bartolomé de Tirajana © Patronato de Turismo de Gran Canaria

Agaete es un municipio pesquero al noroeste de la isla con un agradable clima todo el año para pasear por su barrio marinero, visitar la iglesia de la Concepción, el jardín Huerto de las Flores o el puerto de Las Nieves, en el que podemos contemplar el famoso tríptico de la Ermita de las Nieves.
Era reconocido por miles de visitantes por su mundial- mente conocido Dedo de Dios, una elevación rocosa alargada sobre el mar, que simulaba un dedo hasta que una tormenta tropical en 2005 lo diseccionó. Ahora se le llama Roque Partido.
Se recomienda visitar el jardín botánico Huerto de las Flores y el Parque Natural de Tamadaba que alberga especies protegidas de aves y vegetales, como los tabaibales y cardonales.

Arucas es otro bonito pueblo a la falda del volcán La Montaña de Arucas. Tiene como principal atractivo la iglesia de San Juan Bautista de estilo neogótico que, para sus vecinos, es la Catedral de Arucas. Además, en esta localidad se puede visitar la destilería de ron Arehucas.

Si quieres disfrutar de unas vistas de vértigo, el Mirador del Balcón en la Aldea de San Nicolás se encuentra rodeado de barrancos y acantilados a los que se llama Cola de Dragón, por su forma zigzagueante similar al mítico animal.

El Parque Rural de Doramas ocupa una pequeña extensión de Teror, Arucas, Santa María de Guía, Firgas, Moya y Valleseco. Está situado en la zona norte de Gran Canaria, ocupa más de 3.500 hectáreas y ofrece vistas de barrancos y también bonitas zonas verdes con especies endémicas como el pinzón azul.

El parque rural del Nublo es la zona natural protegida más extensa de Gran Canaria. En este parque se encuentra el Roque Nublo, uno de los símbolos de la isla, que mide unos 80 metros y está situado a unos 1813 metros sobre el nivel del mar. Los roques son formaciones rocosas parecidas a monolitos y que se elevan tanto en tierra como en el mar. El Roque Nublo es uno de los atractivos turísticos que debe figurar en tu lista de cosas que hay que ver en Gran Canaria.

SABOREA GRAN CANARIA

Receta elaborada por el chef Alexis Álvarez del resturante Los Guayres con 1 estrella Michelin
© Patronato de Turismo de Gran Canaria

Saborea Gran Canaria tiene como objetivo fundamental consolidar Gran Canaria como un destino gastronómico. A pesar de que las Islas Canarias son consideradas un destino vacacional, cuyo segmento estrella es el sol y playa, existe un gran potencial para desarrollar una oferta en torno a la gastronomía.

El Plan Estratégico de Gran Canaria propone algunas líneas relacionadas con el sector turístico como mecanismo para activar el desarrollo del sector primario, entre ellas, destaca diversificar y complementar la oferta del sector a través de subproductos y la vinculación del sector al paisaje y al turismo; potenciar una mayor integración paisajística de las explotaciones, de forma que sean compatibles también con el desarrollo de actividades turísticas y potenciar las marcas de calidad como “Gran Canaria Calidad”.

Gran Canaria es una tierra llena de contrastes, un destino que despierta los sentidos. El mar, su origen volcánico, el sol, sus gentes y su inigualable materia prima hacen de este maravilloso enclave en el Atlántico un poderoso caldo de cultivo de grandes cocineros que han convertido la gastronomía de la isla en una razón de peso para visitarla. En sus mercados, olores, colores y sabores se mezclan entre los puestos de frutas, verduras, carnes y pescados de calidad excepcional, con los que se elaboran las originales y sabrosas recetas que se convierten en un poderoso atractivo más para los visitantes.

La Isla sorprende por la singular gastronomía que refuerza su identidad y ofrece al viajero la posibilidad de probar la inigualable textura de los premiados quesos elaborados con leche de oveja y cabra, paladear el origen volcánico de vinos con denominación de origen, confundir los sentidos con el aroma del café cultivado en Agaete a la sombra de naranjos, mangos y guayabos en la única plantación académica de Europa, o endulzar el paladar con el inconfundible toque almendrado de la repostería de Tejeda y Valsequillo.

La sama y el mero, el cochino negro canario o el queso Flor de Guía son algunos de los excelentes ingredientes utilizados por los maestros de la cocina grancanaria en la que también tienen protagonismo otros productos cultivados en la Isla como el aguacate de Mogán, las fresas de Valsequillo, las naranjas de Telde o las piñas y cebollas que se producen en el municipio de Gáldar.

Langostinos al ajo blanco y ajo negro, del chef Angel Palacios. Bib Gourmand Guía Michelín
© Patronato de Turismo de Gran Canaria

Un pueblo se puede conocer por su gastronomía, que los platos de un lugar llevan consigo trozos de su historia, de sus gentes y sus costumbres. Gran Canaria, bañada por el mar, con una tierra rica y fértil que el sol acaricia todo el año, ha esculpido su cocina tradicional con reminiscencias de Europa, de Latinoamérica, por cercanía sentimental, y África, por cercanía geográfica, por lo que probar su recetario es una experiencia única que siempre merece la pena vivir.

Hicieron falta 500 años para cocinar la gastronomía de Gran Canaria. Fueron necesarios para hornear la amalgama de productos que regalaba el océano. Y para mezclarlos luego con las influencias lejanas que fondeaban por los puertos de la isla. Porque la gastronomía grancanaria crece sobre su tradición de gran puerto del Atlántico. Viajeros de cien países distintos arribaron a Gran Canaria, y traían con ellos los sabores de diez meridianos a la redonda.
Un vaivén de ingredientes remezclados que puede explicar la diversidad de la cocina de sus 21 municipios. Una variedad que salta desde el estupendo Queso de Flor, a los dulces de batata, al vino, al ron de caña o al café. Y a todo eso sólo había que añadir el mar. Un mar multimillonario, rodeando una isla en la que fue germinando una huerta envidiable.

La despensa de Gran Canaria también tuvo suerte. Gracias al buen clima quedó repleta de productos gourmet como los tomates, las manzanas, las aceitunas, las frutas tropicales, el bienmesabe, las naranjas, el plátano dulce o la enorme variedad de pescado de los mercados. Son sólo un ejemplo de todo lo que el visitante curioso puede encontrar en nuestra isla de sabores. Una cocina perfecta para reunir en sus días de vacaciones a la buena mesa y al buen tiempo.

RUTAS GASTRONÓMICAS SABOREA GRAN CANARIA

Terrazas en el barrio de Vegueta en Las Palmas
© Patronato de Turismo de Gran Canaria

Ruta del vino: descubrimos los caldos que nacen de los Alisios, el mar y los volcanes, a partir de variedades de uva únicas en el mundo, lo que les permite disfrutar de una Denominación de Origen protegida. Podemos visitar sus viñedos y disfrutar de catas en un entorno de espectacular naturaleza.

Ruta del queso: nos adentramos en el corazón de la isla y descubrimos su historia, las bondades de su clima y la singularidad del paisaje a través del queso. Existen numerosos centros de interpretación y rutas por queserías en la naturaleza para comprender el valor de estos productos que se premian internacionalmente y se elaboran con el corazón.

Ruta ecológica: permite sumergirnos en la belleza de la gastronomía sostenible de Gran Canaria, descubriendo la forma natural de los productos que disfrutamos en la mesa: frutas, verduras y plantas como el Aloe Vera, paseando por las fincas que merece la pena visitar, degustando sabores únicos y adentrándonos en cultivos ancestrales.

Existen más productos vinculados a zonas concretas, como el café para gourmets, que crece en Agaete; los bizcochos de Moya son muy reconocidos, porque esta población tiene una gran tradición repostera; en Gáldar son protagonistas las cebollas y las ovejas, con sus derivados: carne, leche y lana; los mejores atunes están en Mogán; Santa María de Guía tiene el famoso queso de flor de Guía; se dice que la mejor aceituna es la de Agüimes; Valleseco lleva casi dos siglos produciendo excepcionales manzanas; el pueblo más alto de la isla es Artenara y disfruta de productos de montaña, bosque, huertos y pastos: desde micología hasta vegetales y productos cárnicos de primera calidad; en Firgas cultivan berros, coles, ajos, calabacines, calabazas y otros productos agrícolas gracias a la cantidad y calidad del agua que emana de su manantial; la Vega de San Mateo se dice que ofrece 500 sabores distintos, uva, verduras, hortalizas, frutas y hasta flores para decorar la mesa; repostería y productos singulares en Teror: chorizos blandos, morcillas dulces, panes de muchas variedades: de huevo, de papa o de millo (maíz) y con distintos tipos de harina; en Valsequillo saboreamos fresones con miel; las naranjas de Telde son un manjar; el aceite de oliva, el tomate y la repostería de Santa Lucía; aceitunas con mojo en Ingenio; San Bartolomé de Tirajana ofrece una buena mesa con lo mejor del mar, en preciosas playas; dulces y vino en Santa Brígida; en Las Palmas de Gran Canaria algunos afirman que hay sabores de 145 lugares del mundo; en Tejeda: quesos, vino y almendras; el ron Arehucas exporta el nombre de Arucas y su caña de azúcar a todo el mundo; el tomate de la Aldea de San Nicolás es aclamado por muchos países aunque también allí se degusta leche, queso y pescado fresco. ■