Las asociaciones de hostelería de Navarra, han presentado hoy en rueda de prensa, en el exterior de la Cafetería Baluarte, el manifiesto sobre la situación del sector y las propuestas que han hecho llegar al Gobierno de Navarra. En la rueda de prensa han intervenido la presidenta de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra, Ana Beriain, la presidenta de la Asociación de la Pequeña Empresa de Hostelería de Navarra, María Ángeles Rodríguez el presidente de la Asociación de Salas de Fiestas y Discotecas de Navarra, Carlos Tabar, el gerente de la Sección de Hostelería de la Asociación Casco Antiguo de Pamplona, Carlos Albillo y el presidente de HOSTELERÍA DE ESPAÑA, José Luis Yzuel.
Las Asociaciones más representativas del sector hostelero en Navarra a la vista de la serie de medidas tomadas por el Gobierno de Navarra desde el inicio de los rebrotes del COVID-19 a mediados del mes de julio pasado han manifestado las siguientes consideraciones:
• Que desde esas fechas se han ido reduciendo los horarios en los respectivos establecimientos, afectando tal reducción a bares y cafeterías y especialmente a los bares especiales y a las salas de fiesta y discotecas, las cuales actualmente tienen prohibida su apertura.
• Estas medidas restrictivas de las respectivas actividades han señalado injustamente a ambos sectores como el foco de los contagios, lo cual es incierto, además de producirles un daño económico incalculable que de prolongarse en el tiempo provocará el cierre de un buen número de empresas y las pérdida de miles de puestos de trabajo.
• En el mes de marzo, antes de la declaración del estado de alarma, fueron muchos los establecimientos hosteleros, bares especiales y discotecas, que se adelantaron al inminente cierre de sus actividades en un ejercicio de solidaridad con la situación que el país estaba viviendo; posteriormente en concreto las discotecas, a pesar de la posibilidad tan limitada y tan poco efectiva en la práctica, que se les dio en el mes de julio de poder abrir en horario de 18:00 a 2:00h, han seguido permaneciendo cerradas de forma voluntaria demostrando que, el tan «criminalizado» sector del ocio nocturno como foco transmisor del Covid-19 , no es tal.
• No entienden que en vez de acordarse una apertura progresiva de horario para empezar a superar la crisis económica brutal instalada en estos sectores, se decretase nuevamente por el Gobierno foral en el mes de agosto una restricción horaria a bares, cafeterías y bares especiales de ocio nocturno y el cierre de las discotecas y salas de fiesta. No se ha demostrado ni justificado una relación causa-efecto entre la actividad de estos establecimientos y la evolución de los contagios.
• La hostelería y bares especiales ocupan en Navarra a 18.000 personas en más de 4.000 establecimientos hosteleros, y el sector discotecas agrupa a unas 50 empresas que supone la afectación directa o indirecta de unas 500 familias, aportando, junto a otros sectores del sector servicios, una parte muy destacable en el PIB de la Comunidad Foral.
• El sector de hostelería que ha trabajado en estas condiciones tan restrictivas, lo ha hecho con una enorme responsabilidad desde el primer momento, siendo consciente y estando tan interesado como el sector discotecas y de ocio nocturno en que no hubiese retrocesos en la evolución de la pandemia.
• Estos sectores han hecho, además, un gran esfuerzo para convertir a sus establecimientos en establecimientos seguros, un sobreesfuerzo por higienizar sus locales, que no tiene parangón en ningún otro sector o actividad, de forma que, desde el 11 de mayo al 11 de julio, el número de contagios fue insignificante a pesar de que toda la hostelería estaba abierta.
• Ha sido con el verano y las vacaciones cuando, fruto de la proliferación de las reuniones sociales y familiares en esta comunidad y en toda España, además de las reuniones incontroladas y multitudinarias de personas que conocemos bajo el nombre de botellón, sin las debidas medidas de protección, se ha incrementado poderosamente el número de contagios.
• No se puede consentir que se criminalice a estos sectores, utilizándolos de cabeza de turco, haciéndoles responsables de los contagios cuando los rebrotes se han producido fuera de estos locales, según las propias informaciones de las autoridades sanitarias.
• Por otra parte, resulta que a pesar de que las discotecas están cerradas y los horarios hosteleros reducidos, el elevado número de contagios se sigue manteniendo o incluso va en aumento.
• Desde el primer momento se ha ofrecido al Gobierno de Navarra toda la colaboración posible para ayudar, incluso, en el posible rastreo de personas contagiadas con el fin de conocer la trazabilidad del contagio y de sus posibles contactos en nuestros locales, sin que dicho ofrecimiento obtuviese ninguna una respuesta por su parte.
• Desde el inicio de los rebrotes las cuatro Asociaciones solicitan la inmediata prohibición del botellón, por la dificultad de poder controlar el consumo privado de alcohol sin mascarilla y sin respetar las distancias de un elevado número de personas, encontrándose con excusas de naturaleza jurídica para su no aplicación.
• Ha habido resistencia y cierta pusilanimidad por parte del Gobierno de Navarra a la hora de adoptar otras medidas diferentes de las dirigidas a estos sectores.
• Fue tan solo después de que algún ayuntamiento como el de Pamplona o Tudela lo decretasen y de la reunión interministerial que mantuvo el Ministerio de Sanidad con las Comunidades Autónomas, a mediados de agosto cuando se tomó la decisión de prohibirlos, en opinión de estas asociaciones, tardíamente.
• No se puede entender ni aceptar el diferente trato que han recibido y reciben los hosteleros por las fuerzas policiales de clara amenaza y persecución, mientras dichas fuerzas reconocen públicamente, lo han hecho ellos mismos en los
medios, su incapacidad e ineficacia para hacer frente a los botellones del fin de semana o a las reuniones de las personas en espacios privados (urbanizaciones, bajeras, sociedades, etc).
• Mientras muchas personas no se conciencien y extremen las precauciones para evitar la propagación del virus, no lograremos avances. Si la policía se reconoce incapaz de reconducir a la población en los botellones mucho menos pueden hacer los hosteleros. No pueden ser policías de sus propios clientes.
• Esta es una cuestión sobre todo y fundamentalmente de responsabilidad personal e individual. El Gobierno de Navarra sabe perfectamente que en estos momentos el foco de los contagios no está en los establecimientos hosteleros ni puede estarlo en las discotecas que permanecen cerradas desde el mes de marzo.
• Sin embargo la mayor parte de las medidas restrictivas y prohibitivas se centran en ambos sectores. Además se produce una flagrante irregularidad y es el hecho de que no se establezca un plazo tasado de tiempo de aplicación de estas medidas, tal y como se ha hecho hasta hace poco tiempo tanto en el ámbito nacional como en el autonómico y tal como es obligatorio de acuerdo a la Ley General de Salud Pública que regula estas situaciones excepcionales.
• Lo que debe quedar claro es que, si el Gobierno de España propicia y el Gobierno de Navarra, toma, en aras pretendidamente, de salvaguardar la salud pública una serie de medidas de restricción o cierre de nuestros locales no puede abandonar a su suerte a estas pequeñas empresas, como si no pasara nada.
De ahí que demanden a los Gobiernos de Navarra y de España un plan integral de rescate de estos sectores que apunte en varias direcciones: la prolongación de los ERTE, una prórroga y la introducción de un período de carencia en la devolución de los ICO, una cobertura legal que permita la renegociación de los alquileres de los locales de negocio sin posibilidad de desahucio por parte de los propietarios, la reducción del IVA, una ayuda directa a los autónomos y una ayuda extraordinaria a las empresas en función del número de trabajadores o del histórico de facturación de cada una de ellas, que les permita hacer frente a una serie de gastos fijos durante el período en que no puedan desarrollar normalmente su actividad.