El número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social con alta en hostelería se situó en julio en 1.549.762 personas, lo que supone 265.072 afiliados menos en comparación con el mismo mes del año anterior, un 14,6% menos, según los datos del Ministerio de Trabajo. En este mes se suaviza el descenso interanual cercano a los 300.000 afiliados de los dos meses anteriores, aunque la caída se sitúa por encima de la que tuvo lugar en abril.
En las actividades de restauración el descenso interanual se ha moderado ligeramente hasta un 12% con 1.231.246 trabajadores, que supone 168.021 trabajadores menos. En el alojamiento la caída porcentual se suaviza, tras cuatro meses consecutivos en que se ha venido acentuando, con un descenso de un 23,4%, que supone un retroceso algo por debajo de los 100 mil trabajadores respecto a un año atrás.
Comparando con el mes anterior se sigue la tendencia de mejoría iniciada en el mes de mayo, con un incremento de las afiliaciones cercana a los 73.000 trabajadores, que supone un aumento de un 4,9%. En las actividades de restauración el aumento fue de un 3,5% con cerca de 42.000 trabajadores más que el mes anterior, mientras que en las del alojamiento el aumento porcentual fue más acusado, de un 10,8%, que supone un incremento en algo más de 31.000 trabajadores.
Analizando el efecto de la crisis del COVID-19 desde el 12 de marzo hasta el 31 de julio, se observa una evolución negativa de un 2,9%, en el conjunto del sector hostelero. La evolución es diferente si se analizan por separado los períodos de mayores cierres con los de progresiva recuperación. Así, entre el 12 de marzo y el 30 de abril, tuvo lugar un descenso de la afiliación de un 12,1%, mientras que entre el 1 de mayo al 31 de julio se produjo un incremento de un 10,5%.
Del total de las afiliaciones, a 31 de julio se mantienen en ERTE por fuerza mayor 342.598 trabajadores, cerca de 215.000 menos que en el mes de junio.