Proponemos una escapada por la capital de España. Después de once años mostrando vestigios históricos, riqueza cultural, paisajes emblemáticos y gastronomía icónica de varias zonas de nuestra geografía, es el turno de Madrid. Empezamos temporada con cambios en la revista y el último recorrido de este viajero por tierras nacionales.
Tal vez muchas otras zonas tienen abundantes yacimientos que muestren mejor su historia; posiblemente, habremos descubierto gentes curiosas y revolucionarias; seguro que hemos saboreado platos ricos y productos de primera; en Madrid encontramos el pescado fresco que pueden saborear en cualquier puerto, además de los platos históricos de nuestros abuelos, tanto del norte y sur como del este y oeste de la península. Si nos ponemos a buscar apellidos, pocos ‘gatos’ mostrarán sus ocho patronímicos, pero cualquiera que conviva un tiempo con transeúntes de estas calles, puede sentirse madrileño y descubre buenos platos, típicos y reinterpretados de otras regiones. No se puede programar una visita sólo de un día, de tres o de una semana, porque de todo hay mucho: teatros, museos, templos gastronómicos, ciudades patrimoniales y eventos de todo tipo. Nos limitamos hoy a proponer ideas para que cada viajero se prepare su propia escapada porque, aunque haya ido varias veces a Madrid, siempre puede saborear nuevos productos y descubrir enclaves distintos, así como disfrutar de propuestas culturales emblemáticas.
UNA CIUDAD ESCULPIDA DURANTE MILLONES DE AÑOS
Los vestigios prehistóricos de Madrid se remontan Mioceno Medio, hace 18 millones de años, donde ahora está el Puente de Toledo. Otros yacimientos importantes están en el Cerro de San Isidro, o la Calle Moratinos o el Apeadero de O’Donnell y el Paseo de las Acacias. De hace 15 millones de años hay fósiles exhumados en el Puente de Vallecas y, con 13 millones de años de historia tenemos fósiles en la calle Alhambra.
Del período Histórico conocemos elementos romanos y visigodos, en la Casa de Campo, en zonas próximas al río Manzanares y la Ciudad Universitaria, así como en los bajos de la Catedral de la Almudena.
La época musulmana nos da elementos visibles en la actualidad: la fortaleza que, en el siglo IX, levantó el emir Mohamed I, en donde ahora está el Palacio Real.
Una fecha clave en la historia de Madrid es el establecimiento de la Corte Real en junio de 1561, con la consolidación del país y la transformación de la ciudad en capital del Reino.
VISITAS IMPRESCINDIBLES EN LA CAPITAL
Una ruta por Madrid pasa por varios lugares que, aunque se repita su visita, siempre se disfrutan. La centenaria Gran Vía como eje comercial y de turismo de la ciudad; la Plaza Mayor con el Arco de Cuchilleros y la Casa de la Panadería; La Puerta del Sol, centro de la capital y Kilómetro Cero de las carreteras radiales nacionales; La Puerta de Alcalá, una de las cinco antiguas puertas reales que daban acceso a la ciudad; El Parque del Buen Retiro, con su lago, centenares de especies de árboles y plantas, circuitos de paseo, Palacio de Cristal y terrazas de bares; el Museo del Prado, con los grandes maestros como Goya, Velázquez, El Greco, Tiziano, Rubens o el Bosco; el Museo Reina Sofía de arte contemporáneo cuya estrella es el Guernica de Picasso; el Palacio Real o Palacio de Oriente rodeado de los jardines Sabatini; la Catedral de la Almudena, la primera consagrada fuera de Roma en 1993 por el papa Juan Pablo II; el Templo de Debod, de 2.200 años de antigüedad, regalo por la ayuda que prestó España a Egipto al salvar Abu Simbel de las aguas del Gran Asuán; el Rastro repleto de tiendas de todo tipo y con una historia de 400 años de visitantes y compradores; la zona de Colón, Serrano y la Milla de Oro de las calles de sus alrededores con las tiendas más prestigiosas; Plaza del Dos de Mayo en Malasaña, repleta de bares con encanto y, para los amantes de nuevas construcciones, las Cuatro Torres: los rascacielos que coronan la capital en la zona norte, más allá de Plaza de Castilla.
Todo ello, sin olvidar sus centenares de espacios culturales: teatros, cines y salas de exposiciones, además de fundaciones que albergan actividades lúdicas y educativas y que se pueden consultar antes de realizar una escapada de varios días a Madrid.
MESTIZAJE SOCIAL, CULTURAL Y GASTRONÓMICO
La gastronomía madrileña, al ser una ciudad acogedora para personas de toda España y de varios países del Mundo, disfruta de una enorme variedad de producto y oferta. En paralelo, mantiene las tradiciones de la época de Felipe II, cuando se creó la capital. Por sus calles podemos oler la fritura en aceite vegetal: churros, calamares a la romana y sus bocadillos, tortilla de patatas, patatas bravas, chopitos… que se ofrecen en todo tipo de local hostelero. En Madrid se han ido adaptando platos y costumbres de otras zonas de España, con la llegada de sus nuevos ciudadanos y la fusión en la cocina y los sabores.
Los platos más conocidos de la gastronomía capitalina son: cocido madrileño (sopa, garbanzos y luego, carne con hortalizas y embutidos), callos a la madrileña (con chorizo, morcilla, pimentón y otros aliños); sopas de ajo, caracoles a la madrileña, gazpacho de fresas, besugo a la madrileña (al horno), Judías a lo Tío Lucas (cocidas con aceite de oliva y ajo), ensalada de San Isidro (lechuga, aceitunas negras, huevo duro cortado en rebanadas y atún), oreja a la plancha, gallinejas, gambas y setas al ajillo, soldaditos de pavía (bacalao frito), huevos estrellados (fritos, sobre base de patatas fritas y lascas de jamón o de otros embutidos). En otros casos, hay platos de zonas de toda España que se cocinan en Madrid con algunas variantes, a base de productos de la región: guisado, ensalada, sopas de ajo, migas, potaje o pavo asado, la rosca madrileña (frito de masa revuelta de carne, puré de patata y huevo), sopas de fideos cono leche (fideos cocinados con leche de cabra), sopas de té…
En cuanto a la repostería, podemos encontrar turrones, mazapanes, pastas del consejo, caramelos de violeta, bizcochos, picatostes, churros y porras, rosquillas tontas y lisas para San Isidro, rosquillas de Santa Clara, Huesos de santo, Roscón de Reyes, Torrijas de Semana Santa y Panecillos de San Antón. También buñuelos, bartolillos, tejas y barcillos, chatitas, napolitanas, agujas de ternera, rosquillas de la Tía Javiera y garrapiñadas de Alcalá.
Además de los Vinos D.O. Madrid y las cervezas de la capital, tienen tradición los aguardientes, el anisado Chinchón, el licor de madroño y el de Cazalla, además de bebidas no alcohólicas como la horchata de chufa, la leche merengada, el granizado de limón, agua de cebada, chocolate caliente…
LOS PRESTIGIOSOS ALIMENTOS DE LA COMUNIDAD DE MADRID
La Comunidad de Madrid ofrece varias D.O y numerosos productos de primera calidad, reconocidos a nivel internacional. Podemos recorrer sus municipios recordando su historia (El Castillo de Manzanares el Real sirvió para celebrar la constitución de la Asamblea Parlamentaria de Madrid en 1982; en Torrelaguna nos esperan sus calles medievales y en Buitrago, el Museo Picasso. Montejo de la Sierra tiene uno de los hayedos más famosos). También, degustando sus platos. La Zona Norte dispone de fresnos, robles, tejos, pinos y acebos; romero, jara, roble, tomillo y espliego que determinan el sabor y la textura de la Miel de Madrid. En sus prados pastan las reses de las que sale la carne de añojo, cebón y ternera. Sus ovejas y cabras producen quesos, leche y carne. También en la zona norte se cultivan los judiones para guisos típicos de la región.
La caza en toda la zona norte y noroeste, genera buenos platos de jabalí, gamo, perdiz y faisán, además de embutidos en zonas cercanas a Salamanca y Extremadura.
El pescado, llegado de las lonjas de toda España, se ofrece de muchas formas distintas: bacalao, besugo, marisco, sardinas a la plancha o en salazón, atún, truchas….
En la ruta del sur, el clima y la orografía posibilitan el cultivo de alimentos y, por ello, a la comarca de ‘las vegas’ la llaman ‘la despensa de la capital’. Así, Campo Real es zona de ricas aceitunas. También los olivares de otros municipios ayudan a producir el aceite de Madrid. En Aranjuez, además de historia y el Palacio Real, está el esparrago y la fresa superior en aroma y sabor a cualquier otra variedad. Villa- conejos tiene fama mundial por sus melones. Chinchón, cuyo nombre viene de ‘chincho’ o forma de herradura de su callejero, además de histórica plaza que albergó corridas de toros en 1502, es famoso por sus ajos blancos. Y por su anís. Por el este, las almendras de Alcalá de Henares. Al Oeste, los Judiones de la Granja.
En toda la zona de cultivo, podemos saborear encurtidos: pepinillos, aceitunas, escabeches, berenjenas de Almagro, aceitunas con cebolla y pimentón y el pan de gran calidad en sus tahonas.
En cuanto a vinos, Madrid se ha convertido en la primera calidad del mundo que da nombre a una Denominación de Origen. Tenemos tres subsectores de producción con sus matices y particularidades: Subzona de Arganda, Subzona de Navalcarnero y Subzona de San Martín de Valdeiglesias, que abarcan todo el sur de la Comunidad. Muy apreciada, como fruta, es la uva de Villa del Prado. ■