Es posible renovar equipos de climatización obsoletos sin interferir en la actividad del negocio

El sector hostelero cuenta con un importante aliado energético: el tándem Horeca Energía-Remica. Horeca Energía es una comercializadora especializada que ofrece tarifas adaptadas a las necesidades reales de los negocios hosteleros. Sin embargo, para mejorar la competitividad del sector, no es suficiente con contratar tarifas baratas. Hay que terminar con el derroche energético y ofrecer unas condiciones óptimas de confort, como sucedía con este restaurante en el que Remica realizó un cambio en el sistema de climatización, en tan solo cinco días y sin interferir en el funcionamiento del negocio.

Un restaurante de 140 m2 ubicado en Madrid capital, con capacidad para más de un centenar de personas, necesitaba sustituir su antiguo sistema de climatización, que empezaba a presentar problemas de funcionamiento. El equipo de climatización tenía diez años de antigüedad y con el paso del tiempo había empeorado su rendimiento, especialmente cuando tenía que hacer frente a temperaturas extremas en épocas de frío y de calor. El resultado no era satisfactorio ni para los gestores del negocio ni para los comensales, ya que a pesar de que el consumo energético era elevado, la mayoría del tiempo no se lograba alcanzar una temperatura de confort adecuada a las necesidades del local. Además, al menos un par de veces al año el sistema fallaba y el establecimiento se veía obligado a sufragar reparaciones puntuales.

Un problema común en el sector de la hostelería

“Casos como éste son frecuentes en el sector hostelero”, explican desde el servicio técnico de Remica, empresa encargada de acometer la reforma de climatización. Tanto en verano como en invierno, las temperaturas se han vuelto más extremas en Madrid y los locales deben hacer frente a unas necesidades térmicas más exigentes con equipos antiguos o que se han quedado obsoletos.

Eso influye en que no pueden ofrecer un nivel de confort óptimo para sus clientes y, además, supone un importante coste económico: no solo están en desventaja con respecto a otros competidores con sistemas de climatización más avanzados, sino que el coste energético de una máquina desfasada o mal mantenida es elevado. Para mejorar esta situación, lo primero es que la empresa en la que confíen la reforma realice un estudio que permita valorar en qué estado se encuentran sus equipos, para elegir así la opción más eficaz tanto a nivel energético como de confort.

En el caso concreto de este restaurante madrileño se llegó a la conclusión de que había que sustituir el antiguo equipo: una maquina aire/aire. La unidad exterior y la unidad interior compartían el mismo espacio (un tipo de instalación obsoleta, no adaptada a la normativa actual). El sistema contaba con una bomba de calor, que realizaba la distribución de aire al local por conductos. La máquina, con una potencia de 46,8 kW para frío y 53,3 kW para calor utilizaba gas refrigerante R22. Además, no tenía ningún sistema de regulación, por lo que empezaba a funcionar cuando estaba fuera de la temperatura de consigna y paraba cuando llegaba a dicha temperatura, independientemente de la evolución de la temperatura exterior.

La nueva instalación mejora el confort y gasta menos energía

Para escoger la mejor solución, los técnicos de Remica realizaron en primer lugar un estudio del caudal del aire y de los conductos y las rejillas existentes. En consecuencia, se decidió sustituir el sistema de climatización por una máquina aire/aire con recuperador de calor y mantener la distribución del aire por conductos. La nueva instalación se compone de una bomba de calor inverter para conductos, de 38 kW para frío y 44,8 kW para calor, con un COP de 3,34 y un ERR 3,05 y ha supuesto un ahorro de 6.376 kWh.

Además, para mejorar el rendimiento y cumplir con la normativa, la unidad exterior se trasladó a la cubierta del edificio. En el espacio que ésta ocupaba, se instaló el recuperador de calor: un dispositivo que permite aprovechar el aire exterior para lograr una temperatura de confort consumiendo menos energía. La gran mejora es que la nueva máquina instalada, a diferencia de la antigua, es capaz de regular la potencia. Es decir, que adapta la temperatura del local teniendo en cuenta sus necesidades térmicas reales (nivel de ocupación, evolución de la temperatura exterior…).

Gracias a todas estas mejoras se ha logrado obtener un mayor confort en la temperatura del local realizando un menor consumo energético.

Las obras no interfirieron en el funcionamiento del negocio

En este proyecto era fundamental que el cambio del sistema de climatización no interrumpiese el funcionamiento del restaurante, que en todo momento permaneció abierto. Para lograrlo, los técnicos trazaron un plan de actuación, en coordinación con los responsables del local, para completar el trabajo en tan solo cinco días. Se emplearon las horas en las que el local está abierto al público para trabajar en las zonas que no interfieren en el funcionamiento del negocio, como la cubierta del edificio. Los trabajos que afectan a la zona abierta al público se realizaron después de las comidas.

Tras la renovación del sistema de climatización, el cliente empezó a notar los beneficios, sobre todo en cuanto a confort, a pesar de que la reforma ha sido pequeña. En cuanto al ahorro energético, se ha visto potenciado no solo por el cambio del sistema de climatización, sino por la instalación de un sistema de iluminación LED que complementa la mejora de eficiencia energética del local. ■