La Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) ha celebrado su congreso sobre el sector en Palma de Mallorca. Una cita anual en la que se destaca la importancia económica y social de esta industria, y su relación con otros sectores económicos como la agricultura, la hostelería y el turismo. Así, bajo el título “TENDENCIAS SECTOR 4.0”, esta edición del congreso, que se corresponde con el XX Aniversario de la Federación, se ha desarrollado a través de diferentes ponencias e intervenciones que han abordado las principales preocupaciones y tendencias sectoriales.
El acto de inauguración del Congreso, celebrado en Bodegas SUAU, corrió a cargo del presidente de FEBE, Ignacio Osborne, quien aprovechó para poner de manifiesto la amplia tradición destiladora de las Islas Baleares. “España es el tercer país europeo en número de indicaciones geográficas protegidas de bebidas espirituosas -con 19 IGP-, solo por detrás de Alemania y Francia. Cuatro de estas 19 Indicaciones Geográficas Protegidas son Baleares: Gin de Mahó, Palo de Mallorca, Hierbas de Mallorca, e Hierbas Ibicencas, que comercializan anualmente en torno a los dos millones de litros, lo que supone una muestra de la importancia de las Baleares en el conjunto de nuestro sector. Si a esto le sumamos el alto atractivo turístico de esta región, y el hecho de que el 13% del gasto de los turistas se destina a bebidas con contenido alcohólico, podemos hacernos idea de la importancia que esta tierra tiene para nuestro sector”
El presidente de FEBE quiso además poner en valor las particularidades del sector de bebidas espirituosas a nivel nacional. “Nuestro sector es positivo, tenemos productos de gran calidad reconocidos por los consumidores dentro y fuera de nuestras fronteras, una agricultura que nos ofrece las mejores materias primas, un cuidado proceso artesanal que aúna tradición e innovación, una oferta hostelería de vanguardia y nuevos retos y posibilidades en el consumo diurno, entrando en el aperitivo, el afterwork, la sobremesa.”
Asimismo, Osborne ha hecho hincapié en las aportaciones de este sector a España. Insistiendo en que “las bebidas espirituosas suponen un valor económico de más de 7.500 millones de euros y una contribución al Estado de más de 1.400 millones de euros en concepto de impuestos, que contribuyen al bienestar de todos los españoles”.
El presidente de FEBE ha concluido señalando que “nuestro sector es el fiel reflejo de la cultura de nuestro país con un gran potencial de crecimiento y desarrollo, siempre en el marco del consumo responsable y social de nuestros productos que con tanto cariño y dedicación elaboramos para hacer disfrutar a un consumidor cada vez más exigente”.
Un sector con un gran peso económico
El sector de bebidas destiladas representa ya un valor económico de 7.585 millones de euros, lo que supone el 0,17% del PIB. Este valor es fruto del esfuerzo de las empresas que componen el sector, que utilizan más de 200.000 toneladas de materias primas agrícolas para la elaboración de sus productos, fundamentalmente uva, hierbas aromáticas, maíz, cebada o endrinas.
España cuenta con 3.800 centros de producción distribuidos por la geografía nacional, del que el 80% son pymes y empresas familiares. De ellos, 240 empresas se dedican a la elaboración de ‘Indicaciones Geográficas’ de Bebidas Espirituosas. En 2018, la comercialización de las ‘Indicaciones Geográficas’ aumentó un 5,84%.
Un sector generador de riqueza y empleo
La mayor parte del empleo generado por el sector de las bebidas espirituosas corresponde a aquel derivado del gasto producido en los sectores de la restauración, hostelería y turismo. Así, por cada empleo directo del sector se generan otros nueve puestos de trabajo indirectos e inducidos.
Del mismo modo, por cada euro de valor añadido bruto generado, el sector de bebidas espirituosas en España contribuye a generar otros cuatro euros más de valor añadido en la economía española.
Según los datos de la Agencia Tributaria, el sector de bebidas espirituosas aportó al Erario Público en 2018 unos 1.458 millones de euros. Así, el 73% de la recaudación correspondiente a impuestos especiales sobre alcohol recae exclusivamente sobre bebidas espirituosas.
España, segunda potencia mundial en la recepción de turistas
España es, por detrás de Francia, la segunda potencia mundial en lo que a recepción de turistas de refiere. El turismo supone el 10% del PIB de España, que es líder en el segmento vacaciones de Europa y Mediterráneo, atrayendo el 12% de las llegadas a Europa.
Así, anualmente recibimos a más de 80 millones de visitantes que gastan unos 60 millones de dólares en nuestro territorio. Del gasto de estos turistas, se estima que el 13% corresponde a bebidas con contenido alcohólico, de las que las bebidas espirituosas constituyen un gran reclamo. Así, el atractivo que el sector tiene para los turistas viene refrendado por la calidad de nuestros productos, pero también por el saber hacer del sector hostelero.
Consumo diurno en auge
La hostelería es el principal canal de ventas del sector. En 2018 el volumen de ventas se incrementó un 4% con respecto al año anterior, sobre todo en restaurantes y hostelería diurna.
Cabe destacar que el crecimiento del turismo ha favorecido al sector de los destilados en los últimos años, sobre todo, a los locales de ocio que se han visto beneficiados a la hora de comercializar bebidas espirituosas.
Inversión creciente en responsabilidad social
Además de su aportación económica, el sector demuestra año a año su altísimo grado de compromiso, poniendo en marcha un amplio elenco de iniciativas y programas para mantener un patrón de consumo caracterizado por la moderación, al tiempo que desarrolla iniciativas destinadas a prevenir consumos abusivos e indebidos.
Al mantenimiento y desarrollo de este compromiso social, se han destinado en los últimos quince años más de 26 millones de euros, lo que sitúan al sector de bebidas espirituosas en el top 10 nacional de inversión en responsabilidad social en España.
Esta labor es valorada y reconocida por la sociedad y por las distintas administraciones local, autonómica y estatal. Prueba de ello es que hace sólo unos días el Ministerio de Sanidad hizo entrega a FEBE de la Cruz Blanca de la Orden de Mérito “en consideración a los méritos de extraordinaria relevancia, por sus esfuerzos para evitar el consumo abusivo de bebidas alcohólicas promoviendo el consumo responsable y luchando contra la permisividad hacia el consumo en menores y otros colectivos de riesgo”. La Orden de Mérito se creó a instancias del Congreso de los Diputados en el año 1995. En su preámbulo, se reconoce mediante esta distinción la misión de premiar a aquellas personas e instituciones, tanto públicas como privadas, que con su continuado esfuerzo, no exento de sacrificios, se han hecho acreedoras del reconocimiento y recompensa moral y pública.
Creciente compromiso medioambiental
El sector de bebidas espirituosas sigue mostrando su apuesta firme por la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental. Así, el sector de bebidas destiladas en España lleva años realizando una amplia gama de iniciativas para la optimización de los recursos naturales. De hecho, el 93% de los residuos sólidos de nuestras plantas de producción se recicla, una tasa que no ha dejado de crecer desde 2008.
La reducción del consumo energético y de agua han sido otro de los ejes principales en la apuesta medioambiental del sector. De hecho, el sector ha reducido su consumo de agua por unidad producida en un 14% desde 2015.
FEBE forma parte además del Pacto por la Economía Circular, impulsado por los Ministerios de Agricultura y Economía e Industria para implicar a los agentes económicos y sociales nacionales para promover una transición hacia un nuevo modelo económico más sostenible.