Que este año la Semana Santa sea más tardía, se celebra en abril, favorece al sector de la hostelería ya que con ésta arranca la temporada alta, que se verá beneficiada con el cambio de hora, la inauguración de las terrazas y el inicio de las contrataciones que se mantendrán hasta finalizar el verano. Durante los días de Semana Santa se prevé un crecimiento de entorno a un 5% respecto al año anterior y de un 15% respecto al mes de marzo. Además, en este mes se estima un aumento superior a los 70 mil trabajadores respecto a marzo.
Las estimaciones del Ministerio de Turismo apuntan a que la ocupación en Semana Santa superará el 78% mejorando las reservas y la previsión de ocupación en hoteles y casas rurales. El turismo de costa presenta un 79% de reservas con previsión de ocupación del 88%, porcentajes ambos por encima de los alcanzados el año anterior. Los destinos de interior también muestran niveles superiores a los de 2018 con reservas del 67% y una previsión de ocupación del 79%.
En general, según la encuesta OCUPATUR de Turespaña, todas las comunidades autónomas presentan mejores cifras que en 2018, situándose a la cabeza Andalucía, con un 81% de reservas y un 88% de previsión de ocupación. Le sigue Canarias, con el 79% de reservas y 84% de ocupación, y la Comunidad Valenciana (78% de reservas y 86% de ocupación). Baleares presenta un 77% de reservas y un 82% de ocupación.
Respecto a las ciudades, las mejores previsiones son para Málaga (93%), Granada (92%), Sevilla (90%) y Bilbao (90%). En Madrid se prevé alcanzar el 73% de ocupación.