De los 53 convenios colectivos de hostelería que existen en la actualidad, desde el pasado mes de junio se han publicado 8 convenios de los 28 que están pendientes de renovación, con una vigencia que se sitúa entre los tres y los cinco años, según la provincia.
En prácticamente todos los casos el incremento salarial para 2018 se sitúa por encima de la media del 1,9% fijado en el total de convenios firmados hasta octubre en España. Únicamente se ha negociado un incremento por debajo en los convenios de hostelería de Toledo (1,8%) y Lleida (1,3%). En Toledo el incremento subirá hasta el 1,85% en 2019 y un 2% en 2020. En Lleida se mantiene el mismo aumento en 2019, y para el primer semestre de 2020 se mantienen las tablas del año anterior.
Del resto, el mayor incremento corresponde a la provincia de Málaga, con un aumento de un 3% que se mantiene en los dos años siguientes, bajando al 2% para 2021 y 2022.
Por detrás se sitúa la provincia castellanoleonesa de Ávila, con un alza de un 2,6%, y Huelva con un 2,5%, incrementos que en ambos casos se mantienen durante el período de vigencia del convenio, de cuatro y tres años, respectivamente.
En Segovia se ha establecido un incremento variable del 2,5% al 3,36%, según la categoría del establecimiento, para cada uno de sus cuatro años de vigencia, con el fin de que al terminar su vigencia estén unificadas las retribuciones de las diferentes categorías profesionales.
En Soria y Vizcaya el incremento es del 2%. En el primer caso se mantiene en los cuatro años de vigencia del convenio y en el segundo, el crecimiento será del IPC del año anterior más 0,15 puntos para los dos años siguientes.
Del resto de aspectos destaca la inclusión en Toledo de la aplicación del convenio a las nuevas modalidades de alojamiento (apartamentos y viviendas de uso turístico, albergues y hospederías).
En Huelva, Lleida, Málaga y Vizcaya se regula la aplicación de las condiciones del convenio en los casos en los que se externalicen los servicios, lo que favorece en especial a las camareras de piso, que también se protegen en el convenio de Segovia, con un incremento de los salarios para equipararlos con los de las categorías similares a la suya. En Vizcaya, además, se estipula la “ultraactividad indefinida” del convenio, es decir, su plena vigencia hasta que se firme el siguiente.