La hostelería pide formación para ser el motor del empleo de calidad

Reunimos agentes sociales y empresarios para analizar los datos de empleo que presentó el sector en el año 2017 y proponer aspectos para seguir creciendo y mejorar la estabilidad laboral de los trabajadores. En la sede de Asempleo, la Asociación de Empresas de Empleo Temporal, hablamos con su presidente, Andreu Cruañas y el director de operaciones de Linkers, David Basilio. Junto a ellos, los responsables de hostelería de UGT, César Galiano y CCOO, Gonzalo Fuentes; por parte de FEHR, acuden el presidente José Luis Yzuel, el vicepresidente Manuel Hernández de Alba y el secretario general, Emilio Gallego.

Los datos publicados por la Encuesta de Población Activa destacan que la hostelería tuvo una media de 1,6 millones de trabajadores en 2017, el 2,1% más que el año anterior. De ellos, 1,2 millones fueron a tiempo completo. El resto, a tiempo parcial: 400.000. ¿Cómo los podemos valorar?
A. CRUAÑAS. Son buenos datos. Quiero recordar que estamos ante un sector que vive en una situación de estacionalidad y volatilidad, que durante la crisis se ha comportado muy bien desde el punto de vista del empleo, resintiéndose menos que otros en los peores tiempos, en parte porque ha sido capaz de generar sus propias eficiencias y, en parte también, por factores exógenos como las crisis de estabilidad en otros destinos de la ribera del Mediterráneo, atrayendo muchos turistas que denominamos ‘prestados’. Se va constatando la recuperación de algunos de estos destinos que tanto sufrieron en los últimos años. Por generar más autocrítica, añadiré que el Brexit puede alterar nuestra evolución, dado que Reino Unido aporta el 25% de los turistas extranjeros que nos visitan.

C. Galiano:
“La hostelería es un estandarte de la ‘Marca España’. Tenemos que venderlo más”

E. GALLEGO. Siendo cierto que durante la crisis nuestro sector se defendió con fuerza y presentó buenos datos, creo que hay que matizar la temporalidad en la que viven los locales de hostelería. Con los datos en la mano, hablamos de 1,6 millones de personas contratadas y una punta de 100.000 en verano, en el pico máximo de contratación, es decir, el 6,25% de los empleados. Hay otros sectores, por ejemplo los que se dedican a productos de temporada, regalos navideños, educación o incluso sanidad, que sufren puntas de estacionalidad en la contratación muy superiores a la hostelería, y sin embargo, no sufren el estigma de la estacionalidad, destacando que temporalidad y precariedad son elementos distintos.
D. BASILIO. Y otro dato: de cada cinco empleos, uno es de jornada reducida. Si los extrapolamos a otros colectivos, no es un dato negativo por comparación, significa que en una empresa, el 75% de los empleados llevan el peso del negocio todo el año.
C. GALIANO. Compartiendo lo que se ha dicho, hay que añadir algunas debilidades, y entre ellas, está la precariedad y la estacionalidad, aunque porcentualmente esté al nivel de otros colectivos. Hay que tener en cuenta, de cara al futuro, amenazas que ahora se debaten, como el brexit o la ‘turismofobia’ y pensar que, si se ha soportado mejor la crisis que en otros sectores, también ha sido gracias a los profesionales, que se implicaron y sufrieron ajustes, expedientes de regulación de empleo en grandes empresas y que ahora ven cómo se exagera al echar las campanas al vuelo con la recuperación económica.
Entre nuestras fortalezas está la fidelización de los turistas, y ahí las autoridades públicas han perdido la oportunidad de afianzar el crecimiento: puede hacer algo más. Lo venimos reclamando en varios foros desde hace años. Hay que planificar el futuro teniendo en cuenta estos factores.

César Galiano, responsable de hostelería de UGT (dcha.) y Gonzalo Fuentes, responsable de CC.OO

M. HERNÁNDEZ. La finalidad de nuestro colectivo es crecer de forma sostenida y continuar generando empleo a tiempo completo. Lo tenemos claro los empresarios y debería tenerlo claro también la administración.
J. L. YZUEL. Fíjense cómo los gobiernos se suman a los agentes sociales cuando hay que negociar convenios con grandes multinacionales: si una empresa del automóvil tose, todos se ponen a trabajar para curarla. Nuestro sector genera más dinero y empleo, lo que ocurre es que está formado por pymes y micropymes que se pasan el día tratando de salir adelante y solucionando sus problemas cotidianos, dejando tranquilas a las administraciones. Por eso tenemos que aprovechar nuestra capilaridad en todo el territorio y el hecho de que no somos deslocalizables y promovemos un gran consumo interno y externo, además de tirar del empleo.
C. GALIANO. Fíjense en otro dato extraído de la EPA del tercer trimestre de 2017: en el total de actividades turísticas hay 2,1 millones de contratos, de los que 831.000 son temporales. En el sector de alojamiento, comida y bebida, del millón de contratos, hay 563.000 indefinidos y otros 400.000 a tiempo parcial. Nuestro sector representa el 11% del PIB y no parece que la administración nos tenga en cuenta. Somos un estandarte de la ‘Marca España’ y hay que venderlo más, que los políticos, además de pregonar su felicidad cuando se presenta balance de datos, luego lo demuestren en el día a día.
J. L. YZUEL. Es cierto: somos de los colectivos que más números de seguridad social nuevos crea, porque muchas personas acceden al mercado de trabajo o ponen en marcha una empresa en el sector hostelero.
E. GALLEGO. Incluso, para el emprendimiento y el negocio, ahora que las administraciones fomentan el autoempleo, hay que decir que en nuestro sector el acceso a emprender se consigue con mayor facilidad que en otros.

Manuel Hernández de Alba, vicepresidente de FEHR

M. HERNÁNDEZ. No olvidemos un matiz importante: en los años de dificultad económica, el trabajador ha sentido un poco el frenazo del crecimiento a nivel de salario e incluso de contratación, pero es que los empresarios se han empobrecido. De entre los supervivientes de la crisis, ocho de cada diez, lo han conseguido arañando dinero de sus ahorros o arriesgando su patrimonio, restando horas de su bienestar personal y familiar. En cuanto empezó a mejorar la situación, estos mismos pequeños empresarios y autónomos, decidieron volver a invertir para seguir creciendo y mejorando sus negocios. Esto hay que ponerlo en valor.
G. FUENTES. Es que nuestro sector aporta mucho a la economía nacional. Es una locomotora para otros sectores del turismo, como el transporte, la distribución, la producción agroalimentaria, etc. Según datos de la Organización Mundial del Turismo, por cada empleo directo que creamos, surgen dos indirectos.

M. Hernández:
“En la crisis, los empresarios se empobrecieron: arañaron dinero de los ahorros y arriesgaron su patrimonio. Al mejorar la situación, ya están invirtiendo para crecer”

A. CRUAÑAS. Y la prueba está en los viajes del Imserso. La administración sabe que ingresa más de lo que gasta al contratarlos, porque los hoteles están manteniendo sus empleados y arrastran también el negocio de establecimientos pequeños y otros comercios de la zona, aguantando mejor la temporada baja.
G. FUENTES. Este dato también lo tenemos: por cada euro de dinero público invertido en viajes del Imserso, genera 1,5 euros a la economía española, además de ahorrar en prestaciones por desempleo y mantener la cotización de los trabajadores. Y los viajeros, con la felicidad del viaje, mejoran en su salud. Eso también habría que cuantificarlo.

Algunos empresarios han alertado de que en varios destinos turísticos cuesta encontrar profesionales cualificados en temporada alta. ¿Lo tienen constatado?
E. GALLEGO. Sí, ahora hay problemas de captación en algunos lugares, de manera muy localizada. Uno de los problemas es la falta de movilidad geográfica, y también la formación de menos profesionales y la formación continua de los trabajadores.
D. BASILIO. A nosotros, las empresas que nos piden asesoramiento y colaboración para localizar profesionales cualificados, también nos hablan de déficit, sobre todo, de personal en sala. Es más, nos llegan a decir que, si tuvieran más camareros formados, venderían más e incluso algunos se plantearían abrir nuevos locales. Hay candidatos que, en lugar de una relación verticalizada con el empresario en su candidatura a cubrir una vacante, realizan auténticos ‘road show’ y van visitando locales que precisan trabajadores para valorar en cuál estarán mejor. Los ‘millennials’ son nuevas generaciones que priorizan otros aspectos a un simple aumento de salario: el tiempo libre, una buena relación profesional, calidad de vida, etc.
A. CRUAÑAS. Desde hace años estamos acusando, también en Asempleo, cierta tensión a la hora de contratar candidatos y encontrar los más adecuados, para perfiles de tecnificación. De hecho, algunos locales están siempre buscando candidatos para completar sus plantillas.

G. Fuentes:
“Por cada euro que invierte el Estado en los viajes de Imserso, genera 1,5 euros para la economía, ahorra prestaciones y mantiene cotización de empleados”

G. FUENTES. Fijándonos en datos de la Seguridad Social, no se discute que el sector está creando empleo. En el año 2017 ha crecido en más 75.000 afiliados a Seguridad Social. Pero también hay que fijarse en los más de 4 millones de contratos que se firmaron el año pasado, de los cuales, 128.000 fueron fijos y fijos discontinuos, el 3,3% del total. Por lo tanto el 96,70% fueron temporales, de los cuales el 45% fueron como máximo una semana de duración. Y, si buscamos la horquilla de 1 a 14 días, representan el 48% de contratos firmados. Es un índice de temporalidad que hay que corregir. Estoy de acuerdo en lo que decía Emilio: estamos hablando de un oficio y hay que formarse y tener vocación. Los contratos de corta duración no ayudan a ello.
J. L. YZUEL. De esos contratos, habrá personas que han encadenado varios en puntas de trabajo esporádicas, pero la gran mayoría tienen contrato estable.
G. FUENTES. Es que un profesional no nace, se hace: necesita continuidad para seguir formándose. Los empresarios tienen que ver la importancia de cuidar los recursos humanos y, cuando quieran montar un negocio, gestionarlo bien, para no convertir la hostelería en un sector de paso, de subempleo. Cuando la construcción y otros sectores están boyantes, al pagar más dinero, algunos profesionales se marchan y sólo vuelven a la hostelería cuando pierden su empleo. Hay que evitar que esto se repita en el futuro. Cuando un empresario cierra unos meses a final de temporada y despide a los trabajadores, hay que proponerle que los contrate como fijos o fijos discontinuos y así se garantiza la calidad y la experiencia de su servicio.
A. CRUAÑAS. Partiendo del hecho de que sólo el 3% de los contratos firmados eran indefinidos, también hay que ver cómo queda la relación entre la temporalidad y los que ya están en el sector, ya que una amplia mayoría de trabajadores están fijos. Por ello, esta tasa es muy cercana a la media nacional de temporalidad. Hemos firmado medio millón de estos contratos que se ajustaban a la causa de temporalidad con empresas de nuestra asociación. Creo que el sector está pidiendo un cambio de paradigma basado en la calidad, como venimos escuchando desde hace años. Pero es cierto que, el hecho de ser un colectivo conformado mayoritariamente por pymes, permite mantener el empleo por encima de grandes empresas que, en tiempos de crisis, han tenido menos músculo y han jugado con la flexibilidad.
G. FUENTES. Otro dato: la media del año pasado en convenio colectivo de hostelería es 1,39, mientras que la media de todos los sectores por convenio se elevó cuatro décimas más: 1,43%. Si queremos atraer capital humano hay que dar el salto cualitativo. En Baleares, por ejemplo, se ha pactado un alza del 17% en su convenio colectivo del sector para los próximos cuatro años, lo que repercute en el consumo interno y beneficia a toda la sociedad.

A. Cruañas:
“Desde hace años, en Asempleo acusamos dificultad a la hora de contratar candidatos para ciertos perfiles del sector”

E. GALLEGO. Precisamente, éste no es un ejemplo extrapolable, porque Baleares, en los años de crisis, aún seguía creciendo en facturación por turismo y, como no han parado de crecer, pueden permitirse esos incrementos, pero hay territorios y segmentos que no han igualado cifras.
A. CRUAÑAS. Gonzalo, hay que tener en cuenta que este dato del 1,43% también se produce porque muchos de esos convenios están pactados de hace años. En cambio, los que se van firmando en la actualidad, permiten alzas mayores, como bien has explicado con el caso de Baleares.
D. BASILIO. Estamos incidiendo en un detalle: venimos de un mercado previo a la crisis en el que se vendía mucho y las empresas no basaban la gestión en criterios de rentabilidad, porque vendían mucho. Ahora el negocio está en una buena ubicación, un producto de calidad y un profesional cualificado. Además, los jóvenes ya van viendo la carrera en el sector como una salida profesional digna, y la prueba es la saturación que hay de candidatos para las escuelas de hostelería públicas.
C. GALIANO. Para ello, la administración tendría que apoyar con un cambio de política de formación. Este Gobierno dejó maniatados a los agentes sociales y, cuando vamos a Bruselas, a las reuniones sobre diálogo social, es desolador comprobar que en España, por la nula preocupación de nuestro Ejecutivo, estamos perdiendo el tiempo.

¿Se refieren al dinero que se cotiza a través de las nóminas para la formación de los profesionales en activo y que no se ha reinvertido por parte del Gobierno?
C. GALIANO. Efectivamente, es un dinero que los trabajadores y los empleadores que estamos abonando ese dinero en la cotización no tenemos capacidad de decisión cuando somos los que realmente sabemos qué hay que potenciar para mejorar la formación de nuestro colectivo.
M. HERNÁNDEZ. Debemos exigirlo, porque los fondos están ahí y, por ley, tienen que invertirse en la formación de nuestros trabajadores. Hay que reclamar y que se hagan eco los medios de comunicación y la sociedad: la administración está engañando a los españoles.
C. GALIANO. El Gobierno nos quita la seguridad jurídica y se justifica con los desajustes y desvíos de fondos que se produjeron en algunos casos. Las subvenciones que se aprobaron, luego las retiran y tenemos que devolver el dinero después de haberlo invertido. Quien la hace, que la pague y devuelva el dinero mal invertido. Pero no podemos permitir que se criminalice la formación ni su gestión, porque muchos de los recursos invertidos hasta ahora han servido para mejorar el servicio al cliente, reteniendo y atrayendo más turistas.

Andreu Cruañas, presidente de Asempleo (Asociación de Empresas de Empleo Temporal)

A. CRUAÑAS. Conviene recordar a las administraciones públicas que, si queremos evolucionar y mejorar nuestro modelo de turismo, hay que invertir en I+D+I. Para ello, la política fiscal y de promoción pública debe cambiar. Y la formación es clave, porque nuestro negocio se basa en el servicio y el valor añadido que aportan las personas. Conviene desencallar la formación, los certificados de profesionalidad, etc.
J. L. YZUEL. Es que estamos ante una situación de suma gravedad, porque han cortado las estructuras de formación continua. Mientras las escuelas de formación reglada están abarrotadas, el dinero que había que invertir se ha descontado de las nóminas y el Gobierno se niega a ponerlo en manos de los que tienen que formarse.
M. HERNÁNDEZ. La formación es ahora el núcleo de la mayoría de nuestros problemas, porque no podremos retener el talento sin apoyar su cualificación; es algo que la administración, con su engaño flagrante, no está permitiendo, ya que ese dinero que pagamos para la formación tanto empresarios como trabajadores, está encallado. Los agentes sociales tenemos que desarmar nuestro equipo de formación por culpa de estos incumplimientos. Tenemos que denunciarlo y que los españoles lo sepan.
A. CRUAÑAS. Quisiera añadir que, además de inversión, la formación necesita un nuevo marco legal y un modelo flexible: certificados de profesionalidad, formación reglada, más flexible y que se adapte al presente y al futuro del sector. Echamos de menos una preparación en habilidades sociales y empatía con el cliente para el personal de sala. Si no hacemos ahora los deberes y asentamos los mínimos estándares de calidad, no lo conseguiremos cuando vuelva una crisis en otros sectores como la construcción o las manufacturas, derivando trabajadores de nuevo a la hostelería y sin cualificación.

J. L. Yzuel:
“El Estado ha cortado la estructura de la formación continua y el dinero que pagan empresarios y trabajadores no lo está invirtiendo”

G. FUENTES. Los certificados profesionales habría que ponerlos en marcha y regularlos, porque ahora vienen trabajadores de la Unión Europea con sus certificados, mientras que los nuestros, si salen fuera de España, no pueden acreditar experiencia de 10 o 20 años porque no tienen certificados profesionales ni documentos que demuestren la experiencia de estos profesionales.
J. L. YZUEL. Es cierto. A nivel de empresa privada puedes saber si un trabajador tiene cierta experiencia, pero sería bueno reflejarlo en documentos.
G. FUENTES. ¡Exacto! Homologarlo a nivel oficial. Y potenciar tanto la formación ocupacional como la continua. Al final, en esta profesión, hay que crear un ciclo formativo que permita ir mejorando desde que empiezan hasta que se jubilan, de ese modo, tendremos todos claro que la formación es una inversión y no un coste.
E. GALLEGO. Llevaba mucho tiempo la administración tutelando la formación y ahora tenemos delante el reto de organizarnos nosotros, al margen de los políticos. Estamos en un sector grande, maduro y con experiencia. No podemos seguir apoyándonos en las decisiones de los políticos, porque hay 17 normativas: una por cada Comunidad Autónoma, lo que impide acometer un modelo de formación a nivel nacional. A los agentes sociales nos interesa aportar competitividad a las empresas y mejorar la empleabilidad de nuestros profesionales. Habrá que hacerlo a través de convalidaciones, carnés profesionales, itinerarios formativos bien diseñados y la inclusión de habilidades sociales como las que proponía Andreu.

Estamos hablando de retención del talento. ¿El aumento del Salario Mínimo Interprofesional, anunciado por el Gobierno hace unos días, es positivo para el sector?
E. GALLEGO. Aquí quería desmentir algunos prejuicios que, entre los analistas y medios de comunicación difunden sobre nuestro sector. Por ejemplo, dicen que el alza del SMI nos va a afectar negativamente. Y no es verdad. En la hostelería gozamos de una cobertura muy amplia en materia de convenios colectivos y, en consecuencia, los empleados están siempre sobre el salario mínimo.
G. FUENTES. Sí, es positivo. Nosotros, en Comisiones Obreras, iríamos a más: queremos llegar a los 1.000 euros mensuales de SMI. Abogamos por ello.
A. CRUAÑAS. Es que, en la actualidad, ningún convenio tiene un sueldo menor al SMI en el rango bajo de sus tablas. Todos lo superan.
G. FUENTES. Es verdad que los convenios pueden tener de salario bruto algo más de los 1.000 euros, pero luego, en limpio se queda en menos.

José Luis Yzuel, presidente de FEHR

Otro debate de la sociedad española es la flexibilidad de horarios para fomentar la conciliación de la vida laboral y la familiar. ¿Estamos en la buena línea?
J. L. YZUEL. El sector va a demandar cada vez más flexibilidad, porque el trabajo se concentra cada vez más en festivos, puentes y momentos concretos del día. Se distribuirán las jornadas laborales de forma distinta. Para evitar que un trabajador se canse de estar todos los festivos en un local, muchos empresarios apostamos por organizar turnos para que se combinen las fiestas entre todos. Así evitamos perder capital humano formado. Durante la etapa anterior a la crisis hubo que contratar contingentes de profesionales del extranjero porque miles de trabajadores habían dejado nuestro sector para ir a otros en los que se cobraba más y se libraba en puentes y fines de semana.
G. FUENTES. Es que los jóvenes cada vez más quieren otras condiciones al vincularse a la hostelería. Es bueno combinar los fines de semana, porque alguien que siempre tiene sólo lunes y martes libres, queda apartado de sus contactos sociales se aburre y acaba marchándose. También se debería fomentar la jornada continuada. Además, tengamos en cuenta que, cuanto más formados están, mejor es el puesto de trabajo. Los más cualificados hacen carrera y siguen evolucionando en hoteles, restaurantes y bares con mayor capacidad de atracción de clientes. Para lograr estos objetivos, proponemos que la flexibilidad laboral sea pactada por ambas partes.

E. Gallego: “A los agentes sociales nos toca aportar competitividad y hacerlo al margen de la administración, con itinerarios formativos bien diseñados.”

J. L. YZUEL. Estamos de acuerdo. Además, creo que la presión inspectora está aflorando contratos mal hechos y cada vez más se respetan los derechos y se firman contratos bien negociados. Ya queda atrás eso de tener extras en un banquete sin cotizar por todos ellos. Ahora no hay una feria en ningún pueblo de España en la que no se firmen miles de contratos.
A. CRUAÑAS. Tengamos en cuenta que, en lo que afecta a contratos de corta duración, para un día o unas jornadas, los empresarios tienen que asumir una sobrecotización del 36% de forma disuasoria. En realidad, esto luego funciona justo al contrario y puede estimular la economía sumergida, porque quien no firma el contrato se ahorra el coste del gestor, el salario y el 36% de sobrecotización. Esto perjudica a los que lo hacen bien. Es algo que hay que cambiar.
E. GALLEGO. Aquí partimos de la base de la mala imagen que se ha dado de los contratos a tiempo parcial o de extras para banquetes cuando esta modalidad ofrece muchas opciones de empleo a la carta. En Holanda, el tiempo parcial es muy utilizado y se nos pone como ejemplo. Se unen las necesidades de empresario y trabajador y, además de someterse al control de la autoridad competente, hay una voluntad de ambas partes por cumplir y cotizar.
G. FUENTES. Y en Alemania, hay personas que acumulan dos o tres ‘minijobs. Eso, si la jornada y salario el que se pacta, los empresarios lo cumplen. En España el contrato a tiempo parcial es en el que se producen fraudes, ya que en muchos casos se trabaja más horas de las estipuladas y, en muchos casos, sin quererlo el trabajador. Por eso sería bueno un pacto contra la economía sumergida, aumentando el número de Inspectores de Trabajo y poniendo más medios. Desde CCOO abogamos por un pacto contra la economía basada en la precariedad laboral y favor de la oferta turística reglada, la estabilidad laboral y la formación.

Emilio Gallego, secretario general de FEHR

E. GALLEGO. Totalmente de acuerdo. FEHR también lleva años promoviendo este pacto contra la economía sumergida. En lo referente a Alemania, es que han simplificado estos procesos, con unas tarifas planas para los primeros meses en un empleo y, una vez afianzada esa relación laboral, se entra en una rueda y acaban cotizando lo que corresponde, sin penalizaciones. Justo lo contrario que aquí.
D. BASILIO. La percepción que tenemos en nuestra empresa, cuando asesoramos a empresarios para buscar y formar profesionales, es que el turismo no es una prioridad para los políticos, y cuando se felicitan por los datos de llegadas internacionales lo hacen con la boca pequeña. He recibido consejos de expertos y de administraciones públicas para promover el I+D, la tecnología informática, la creación de páginas web y el emprendimiento en proyectos tecnológicos que apenas generan empleo y que, en muchos casos, acaban tributando fuera de España. En cambio, la economía real, la que genera dinero y empleo en cada municipio del país la consideran como de menor calidad. Hay que conseguir que los habitantes y los medios de comunicación vean al sector como un gran motor de la economía, que también investiga y gana premios. ¿Por qué nunca salen restaurantes con estrella Michelín cuando en una televisión se emite la noticia con los datos de empleo, por ejemplo?
C. GALIANO. Es que no logramos transmitir la sensación de un sector que representa el 11% del PIB nacional. Y los políticos nos utilizan para la fotografía y poco más. En noviembre nos sentaron para debatir sobre estabilidad en el empleo, formación y conciliación. Dieron un año para firmar un pacto, pero en dos meses no ha habido más que una foto. Es lo que quiere el Gobierno: decir que cuida el turismo pero sin comprometerse a dar pasos adelante.

D. Basilio: “En el futuro, el cliente preferirá gastar el dinero en experiencias y gastronomía y no tanto en dormir. El sector tiene que seguir innovando”

G. FUENTES. Abundando en ello, hemos constatado que, en las épocas de crisis, la sociedad y los poderes públicos nos alaban para que seamos el motor de la economía. En cambio, en épocas de bonanza, no dan la importancia que tiene a la industria turística española.
D. BASILIO. A nivel de investigación y de digitalización, vemos que varios negocios robotizando sus procesos. En la hostelería será difícil porque nuestro principal valor es el servicio personalizado. Pero en este sector también cambiarán cosas. Además de digitalizar mucho más el día a día de bares y restaurantes, el cliente va a seguir buscando experiencias y disfrutar de la gastronomía y del ocio: gastará el dinero en estos aspectos y no tanto en dormir.

En España hemos empezado el año 2018 debatiendo sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres. ¿En el sector existe la brecha salarial?
C. GALIANO. Nosotros, en UGT, hemos elaborado estudios y podemos confirmar que existe la brecha salarial, aunque no es el sector en el que la diferencia de sueldos por el mismo puesto de trabajo sea de las más altas.
M. HERNÁNDEZ. Creo que se ha ido reduciendo. Con el paso del tiempo, va aumentando el porcentaje de mujeres en el sector. Ahora son ya más de la mitad. Lo más probable es que, como consecuencia de ello, vayan accediendo a puestos de mayor responsabilidad y percibiendo salarios más altos. Además, está el efecto antigüedad, que también se acumulará en sus nóminas.

David Basilio, director de operaciones de Linkers

E. GALLEGO. Y no sólo la antigüedad, sino todos los complementos. A mayor equilibrio entre hombres y mujeres en las empresas, más equiparación salarial.
G. FUENTES. En los últimos años, la mujer ha ido acumulando más antigüedad que el hombre en el sector, porque cuando hay bonanza, muchos hombres van a otros sectores. En cuanto a los contratos a tiempo parcial, ellas representan diez puntos por encima de ellos, y en las encuestas dicen que no han pactado voluntariamente una reducción de horarios. De todos modos, a nivel de gestión y jefatura, las mujeres continúan sufriendo el techo de cristal. Otro elemento desigualad es cuando se externaliza los trabajadores a empresas multiservicios, como el caso de camareras de piso, para no aplicar los convenios sectoriales.
D. BASILIO. Las empresas nuevas del sector que nos contactan para gestión de profesionales no diferencian por sexo sino por habilidades y nunca se plantean establecer brechas salariales.
J. L. YZUEL. Mi experiencia en el sector me confirma que, en la actualidad, se está pagando lo mismo por el mismo trabajo y que cada vez hay más mujeres ejerciendo como jefes de equipo y, por tanto, cobrando más. Creo que el futuro será así, porque ellas tienen unas características que les dan más posibilidades de liderar grupos de trabajo: aportan estabilidad y orden en la gestión. También he visto muchas mujeres que quieren menos horas o días de trabajo, para conciliar con la vida familiar, estén o no al frente de un negocio. ■