El estudio de la evolución estacional del turismo español, considerando como elementos estructurales de la demanda, tres sectores característicos del turismo (alojamientos de mercado, establecimientos de comidas y bebidas y el transporte aéreo), pone de manifiesto, la reducida eficiencia de las actuaciones aplicadas.
Considerando como fuente estadística básica, el indicador de actividad por meses de los servicios de la economía española, con base el año 2010, se observa un conjunto de hechos, todos explicativos de la deficiente evolución del índice.
Lo que conduce a pensar, que en los últimos tres años se ha conseguido muy poco. Ya que se aprecia:
*Que de las tres variables analizadas para estimar la estacionalidad, en cuanto al factor que mejor lo explique, solo se observa la mejora del indicador relativo al alojamiento. El cual en el año 2015 había superado un valor muy elevado, por encima de 3,2.
*Que en las series explicativas de la evolución de las variables alojamiento, y transporte aéreo la distribución se ha ido haciendo más leptocúrtica.
*Que el fuerte crecimiento de la demanda, en el período considerado (entre el 8 y 11 %) no ha actuado como motor impulsor de una reducción de la punta estacional; pues se observa, que el índice durante los meses de agosto y septiembre se agudiza.
Se observa también, como el sector de los servicios de comidas y bebidas se comporta proyectando una ligera concentración estacional en los meses de julio y agosto, por causa del turismo vacacional del estío. Apreciándose, como la función a lo largo del tiempo es prácticamente lineal.
Pero la conclusión principal que se puede extraer del análisis realizado nos indicaría, que los cuatro retos determinantes que el turismo español debe plantearse, para lograr ser más eficiente, podrían alcanzarse, aplicando más intensas políticas de reducción del factor estacional. Lo que permitiría:
- puesta en el mercado de una oferta receptora más diversificada, menos agobiante para la población receptora y más integrada en una estrategia de ordenación y sostenibilidad de viejos productos y de incorporación de ofertas innovadoras
- consecución de un gasto medio más elevado, por estancia y por viaje
- aumento del rendimiento o valor añadido neto por unidad de producto o servicio
- incremento del multiplicador del empleo y de la producción, lo que significaría una mayor distribución territorial de los efectos beneficiosos del turismo
Puede afirmarse, que la reducción de la estacionalidad no solo tiene como objeto, la eficiencia económica del turismo español; sino también, la optimización de la política de ordenación y planificación del turismo.
Manuel Figuerola. Universidad Nebrija