Tras más de 5 años de una crisis económica sin precedentes (sin entrar en sus causas) parece sensato plantearnos si realmente no estamos inmersos, más en un cambio de ciclo, que en una simple aunque grave “crisis”.
Tengo claro desde hace tiempo, y así lo he manifestado en diferentes ocasiones, que el cambio mas importante de esta época que estamos viviendo, se está dando en el cliente. No solo en hostelería, sino en términos generales.
Todos como clientes hemos cambiado. Somos más exigentes, queremos/pedimos explicaciones, vigilamos más los precios, pero sobre todo valoramos mucho más la relación entre el valor(calidad/servicio) de lo que nos dan, y el precio que nos cuesta.
Miramos mucho más el precio de las cosas, buscamos ofertas, promociones, etc. pero sobre todo exigimos la mejor relación entre la calidad del producto, el servicio y el valor añadido que se aporta al producto.
Nos hemos transformado, como digo, en clientes muy exigentes, que además tenemos muy poca fidelidad a empresas o establecimientos y valoramos casi exclusivamente la oferta que nos parece más interesante.
Estos comportamientos (constituidos ya en “hábitos” de consumo), están en evidente progresión, han venido para quedarse y en mi opinión los hosteleros haríamos bien en valorar sus efectos y actuar consecuencia.
Generalmente, los empresarios de restauración, hemos estado acostumbrados a planificar nuestros negocios, esperando que los clientes acudieran a nuestros locales a consumir nuestros productos sin realizar ningún tipo de promoción, comunicación, comercialización o acción de marketing. Eso era lo habitual, y durante muchas décadas nada de ello se necesitaba para que los clientes nos visitaran.
Con toda la seguridad si alguien quiere mantener su empresa, hoy necesita venderse, que lo conozcan, que se sepa que productos y servicios ofrece en su negocio y desde luego, debe de luchar cada día para atraer a nuevos clientes y tratar de mantener a los que tiene, aspecto cada vez más difícil.
Estamos en el siglo XXI, y nada volverá a ser como antes, el nuestro es un sector potente y con futuro, pero en el que solo se mantendrán las empresas más competitivas y los empresarios que comprendan que deben de dejar hablar de crisis, y entender que hoy ya estamos en un cambio de ciclo, al que si o si hemos de adaptarnos.
En esta línea, FEHR trabaja en una serie de proyectos que muy pronto verán la luz, con el objetivo de proporcionar a sus asociados herramientas que les permitan guiar a sus empresas en la dirección correcta.
José María Rubio
Presidente de FEHR