Hoy más que nunca ¡Felices fiestas!

José María Rubio Presidente FEHR

Hay muchos, estos días, que no se atreven a decir “Felices fiestas”, por temor a ser tachados de ilusos que no se dan cuenta de lo difíciles que están las cosas y lo más difíciles que aún se van a poner. En estas circunstancias y mirando a 2012, a alguien se le ha ocurrido que lo único que podría decirse es “Feliz año peor”.
Ciertamente hay razones más que sobradas para el pesimismo. Pero los hosteleros no podemos permitirnos que el pesimismo y la tristeza se adueñen de la oferta que presentamos a los clientes, porque eso nos llevaría a la ruina de inmediato.
Nuestro negocio se basa en una oferta de convivencia, felicidad y fiesta y esta ha sido la clave del éxito de la hostelería a lo largo de la historia y lo que explica que la hostelería haya calado tan profundamente en la vida social hasta formar parte sustancial de todos los eventos importantes dignos de celebración: fiestas familiares, bodas, cumpleaños, comuniones, comidas de empresa y de compañeros de trabajo, comidas de amigos y cenas de enamorados, banquetes de homenajes sociales de todo tipo…
Cuando un cliente entra en nuestra casa (así llamamos los de siempre a nuestro negocio) lo hace en busca de aunque sólo sean unos gramos de felicidad, no de que le contemos las dificultades económicas que muchos de nosotros estamos pasando y que él ya conoce o se imagina. Si no satisfacemos su demanda, lo más probable es que no volvamos a verle.
Junto con la alimentación de la población fuera de su hogar, esta es la importante función social que desempeñamos: ser espacios de celebración y fiesta. Y eso es algo que sobre todo se necesita y se valora cuando los tiempos son oscuros. En los momentos más dramáticos y de mayor penuria de la historia, la hostelería ha estado presente para dar un respiro a los ciudadanos agobiados. Fue así en los tiempos de la Gran Depresión del 29, cuando triunfaban en Estados Unidos los “speakeasy” (locales más o menos clandestinos o tolerados donde se servía alcohol a pesar de la ley seca) Y es así hoy en España, cuando en medio de la crisis muchas empresas y grupos de todo tipo se acercan a nuestro establecimientos para celebrar la tradicional comida de vísperas de Navidad.
Por otra parte, conviene mirar objetivamente las cosas y echar bien las cuentas para valorar si la botella está más que medio llena o medio vacía. En términos de media de todo el conjunto, la hostelería ha perdido un 20 % del negocio desde que comenzó la crisis y aún queda por sumar lo que perderá hasta que se frene esta larga caída. Pero queda base para la recuperación y eso nos da pie a la esperanza. Porque, además, mientras la historia siga habrá demanda de alimentación, bebida y fiesta.
Por todo eso, no como una descripción de cómo están las cosas, sino como un deseo de que las cosas cambien en el sentido que esperamos, os decimos a todos y a nosotros mismos ¡Felices fiestas y un venturoso año nuevo”

José María Rubio
Presidente FEHR