Desde el 1 de septiembre se aplica la subida del IVA, que en el caso de la hostelería sufre un incremento de dos puntos, pasando del 8% al 10%, al encuadrarse en la categoría de IVA reducido. Aunque existen excepciones, como es el caso de los servicios mixtos de hostelería, que son aquellos que se prestan conjuntamente con la representación de un espectáculo, las discotecas o salas de fiesta, donde el IVA se incrementa 13 puntos y se les aplica el tipo general que pasa del 18% al 21%. El presidente de la FEHR, José María Rubio, recuerda que: “el sector lleva desde 2009 sin subir casi los precios, y ahora además la mayoría de establecimientos tendrán que asumir el incremento del IVA para no perder ventas, estrecharse aún más el cinturón” para evitar pérdidas que se sumarían a las que ya se vienen produciendo desde hace 50 meses, cuando se inició la crisis.
El profesor Manuel Figuerola, asesor económico y de informes de FEHR, ha realizado con la Universidad de Nebrija un estudio sobre el impacto del alza del Impuesto sobre el Valor Añadido en nuestro sector. Si hubiéramos pasado al tipo general, del 8 al 21%, se calculaba una caída de la producción del sector en torno al 11%; una pérdida de 11.000 millones y la destrucción de unos 130.000 empleos, el 9% de la población ocupada en la hostelería. Al mantenernos en el tipo reducido, las cifras de caída de producción, negocio y contratación serán mucho menos dramáticas, aunque se reducirá el consumo en bienes y servicios turísticos y hosteleros, porque el ciudadano dispone de menos dinero. Y eso se contagia con otros sectores del sistema económico.
Las consecuencias directas para la hostelería, que se pueden ver en los próximos meses, son la paralización del proceso expansivo de mejora, modernización e innovación en tecnologías, procesos y organización del sector; se pierde competitividad de los servicios y productos turísticos españoles, ya que cerca del 30% de la producción del sector es adquirida por el turismo. Este sector es muy sensible a los precios, por lo que un alza de precios no mejora la renta, sino que puede producir un descenso de las ventas, producción, empleo e inversión.
En conclusión, según el estudio del profesor Figuerola para la FEHR “No puede aceptarse que, por resolver un problema recaudatorio, se traslade una grave crisis a uno de los pocos sectores con garantizado crecimiento en un horizonte cercano”.
Si se cumplen las cifras que predice el informe de la Federación Española de Hostelería, también Hacienda recaudará menos por la caída de actividad, tanto por IVA como por Impuestos Especiales y el Impuesto de Sociedades.
Para el profesor Figuerola: «es necesario que el sector, vía productividad y eficiencia asuma ese alza. Gestionar mejor los costes, ofrecer mejor producto, calidad y, en paralelo, atrer más ventas y clientes. No es una utopía, pese a la dificultad del momento».
El Presidente de la FEHR, José María Rubio, apunta otro peligro: “El incremento impositivo puede generar más economía sumergida en el sector”. Con todo, tanto Rubio como Figuerola, coinciden en que: “dejar a la hostelería en el tipo reducido, frena un poco el impacto negativo que podría haber causado el alza hasta el 21%”,
Entre nuestro sector, los que lo pasarán mucho peor serán los locales del Grupo 4, es decir: salas de fiestas, discotecas, cafés teatro y espectáculos. En estos casos, el Gobierno ha decidido subir su tasa del 8% (reducido) al 21% (general), lo que significará un auténtico mazazo para su gestión económica. Las costumbres sociales ya han derivado a muchos jóvenes de estos locales hacia los bares musicales, más pequeños y donde no se paga por el espectáculo complementario a la consumición. La ley del tabaco también hizo que cada vez más fumadores vayan menos a estas salas de ocio, por la incomodidad de tener que ir pasando por el control de acceso para salir a fumar, cuando se podía haber mantenido una zona para fumadores en el recinto, ya que son locales para mayores de edad y no podía haber niños en ellos.
El último golpe lo reciben con esos 13 puntos de IVA que tendrán que repercutir, en su mayoría, a los clientes. Federación de Salas de Fiesta , baile y Discotecas de España, FASYDE, se está pendiente de negociar con el Ejecutivo alguna solución. Como asegura su vicepresidente, Tomás Sánchez: “Tenemos dos posibilidades: diferenciar el consumo de la entrada al espectáculo y cobrar el 10% a las copas y el 21% al ticket. Y la otra, cambiarnos de grupo”. Esta última opción tampoco es tan fácil, porque las Comunidades Autónomas imponen unos criterios y unas especificaciones para cada grupo de locales. Tomás Sánchez nos cuenta una de las más complicadas de cumplir: “Algunas Comunidades imponen unas medidas mínimas y máximas para la pista de baile. Habría que hacer obras y cambiar varios locales por completo para reducir la pista. Eso es carísimo”.
Según los expertos, la subida del IVA elevará la inflación hasta el 3% o el 3,5% y provocará una depresión aún mayor del consumo, pero el Estado conseguirá en buena medida recaudar lo que tenía previsto. El plan presupuestario remitido por el Ejecutivo a Bruselas a principios de agosto prevé unos ingresos de 2.300 millones en los últimos cuatro meses de este año; unos 10.000 millones en 2013 y 9.670 millones recaudados por IVA en 2014.