Chiringuitos y ruido a examen

La Federación Española de Hostelería (FEHR) ha participado en la mañana de hoy en la reunión de la Comisión de Medioambiente de CEOE con el Secretario de Estado de Medio Ambiente Federico Ramos y la Directora General, Guillermina Yanguas.
Ramos ha comenzado la reunión poniendo de manifiesto su buena voluntad para colaborar con los diferentes sectores ya que “no se va a contraponer la protección del medio ambiente con la generación de empleo o el desarrollo económico, sino que se va a buscar la compatibilidad de todas las actividades”. El Secretario de Estado de Medio Ambiente ha abordado cuatro líneas principales de trabajo: aguas, costas, evaluación medioambiental y cambio climático, estableciendo un denominador común en las actuaciones en todas ellas, que pasa por la unificación de criterios a nivel autonómico y nacional, que pueda favorecer una mayor eficacia.
El secretario general de FEHR, Emilio Gallego, expuso en la Comisión los principales asuntos que afectan a hostelería, que son principalmente el problema de la normativa del ruido y el impacto que tiene en la hostelería y el problema de los chiringuitos.
En cuanto a costas, desde FEHR se ha insistido en la necesidad de profundizar en la catalogación de diferentes usos de las playas, a partir de la que puedan crearse modelos preestablecidos de chiringuitos. Estas acciones permitirán agilizar y simplificar trámites, reducir costes y mejorar las condiciones constructivas, de seguridad, sostenibilidad y de eficiencia energética.
En materia de ruido se ha puesto de manifiesto la necesidad de luchar contra las verdaderas causas del ruido sin caer en el error de culpabilizar a las empresas hosteleras y de ocio que estén perfectamente insonorizadas, del ruido provocado en muchas ocasiones por el tráfico, el botellón, los propios vecinos y la mala calidad de la edificación. Para ello el sector hostelero plantea la necesidad de la creación de una mesa de trabajo para la solución del problema en la que se debe hacer hincapié en dos temas principalmente: revisar las zonas acústicas y los límites de decibelios y establecer moratorias para la adaptación a la legislación a los establecimientos preexistentes.