Durante las primeras semanas de este mes de Septiembre, los grupos parlamentarios deberán de debatir y votar la Proposición de Ley sobre la modificación de la actual ley antitabaco, vigente en España desde el 1 de Enero de 2006.
El debate sobre el tema, tendrá lugar en el seno de la Comisión de Sanidad del Congreso y dos son las principales modificaciones que se pretenden y que afectan a la hosteleria.
La primera es la que admite la posibilidad de seguir vendiendo tabaco en todos los bares y restaurantes, (hoy solo pueden hacerlo en los que se permite fumar), y la segunda, la prohibición total de fumar en nuestros establecimientos.
Hay que señalar el diferente tratamiento con el que se abordan estas 2 propuestas en las que por una parte, se pretende (a diferencia de lo que ocurre en 24 de los 27 países de la UE) una prohibición radical/total del consumo de tabaco en la hosteleria, y a la vez se incrementan el número de puntos de venta del tabaco, ya aumentados desde hace unos meses, al permitir que los quioscos puedan ser también vendedores.
Desde hace casi 20 años en que se mantiene invariable la cantidad, el beneficio que el hostelero obtiene con la venta de cada cajetilla de tabaco es de 15 céntimos (hay que vender 1000 paquetes, para un beneficio de 150 euros), mientras que el Estado se lleva un promedio de 2,80 euros por cajetilla. ¿Se entiende?
De forma reiterada, hemos explicado al Ministerio de Sanidad, que el tabaco no es negocio para los hosteleros, sino un servicio hacia el cliente, especialmente durante las horas en las que los estancos permanecen cerrados, y en esa línea, (que todos puedan vender) nos parece bien la iniciativa, a la que puede acogerse el hostelero que lo desee.
Pero lo que, como venimos señalando, podría afectar muy negativamente al sector, seria la prohibición total, pues supondría con toda seguridad una disminución de las visitas, y sobre todo, una menor estancia de los clientes fumadores en nuestros establecimientos con la consecuente perdida de ventas.
Desde siempre hemos expresado nuestro apoyo a seguir mejorando una ley, que siendo buena, presenta deficiencias que estamos de acuerdo en corregir, pero de eso a la medida drástica que se pretende, hay un trecho.
Por activa y por pasiva, hemos explicado a todos los partidos políticos nuestras razones para estar en contra de la prohibición total y a favor de mejorar la ley.
Nuestras peticiones son muy simples, queremos una ley en la misma línea que tienen 24 de los 27 países de la UE, y lo que no queremos es que nos ocurra lo sucedido en Irlanda y Reino Unido, donde los propios datos oficiales reflejan los cierres en el sector.
Chipre, tercer país con prohibición total desde el 2010, ya se está planteando dar marcha atrás, y permitir zonas de fumadores, al igual que ya hicieron otros países como Croacia, Bulgaria, Bélgica, etc. que reconsideraron sus decisiones.
¿Porque, en estos 24 países de la UE, hay legislaciones que permiten la existencia de zonas para fumadores en la hosteleria?
¿Es que países como Alemania, Suecia, Holanda, Francia, Italia, Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, etc. menosprecian la salud pública ?
La razón es muy sencilla, en todos estos países, (además de adoptar acuerdos sobre prevención, información y ayudas para dejar de fumar) se ha optado por medidas alternativas que solucionan los problemas de humo ambiental con relación a los menores, a los no fumadores, y a los trabajadores de hosteleria, sin llegar al extremo de una prohibición total. Estas medidas permiten respetar los derechos de todos los clientes, a la vez que suponen un menor costo para los hosteleros y para la economía en general.
No encontramos una razón coherente para que no se modifique la ley en la línea escogida por los 24 países mencionados, tal vez al contrario, podríamos argumentar el singular modelo español de convivencia social y de relación en los establecimientos de hosteleria, que además de ser envidiado por todos, es parte fundamental para que España siga siendo líder mundial en turismo vacacional.
Los hosteleros estamos por la lucha contra el tabaquismo, lo hemos dicho siempre, y dado que somos los primeros perjudicados, apoyamos medidas en esa línea, pero no medidas que supongan el cierre de establecimientos, y la perdida de ventas con consecuencias para nuestras familias y trabajadores.
Si los problemas tienen una solución menos costosa, que los hosteleros estamos dispuestos a apoyar desde nuestras organizaciones, ¿Qué sentido tiene el órdago sobre la prohibición total?
Esperamos que los grupos parlamentarios sean capaces de entender estas razones, y que de forma consensuada, aprueben las modificaciones en la línea que apuntamos que es la de mayor consenso europeo.
José María Rubio
Presidente FEHR