El Consejo de Ministros monográfico sobre turismo celebrado en Palma de Mallorca, el 24 de julio, y la reunión que el ministro Miguel Sebastián y los representantes del sector mantuvimos al día siguiente son dos facetas de un mismo acontecimiento cuya importancia hemos de reconocer y poner de relieve por lo que ha supuesto en el aquí y ahora de la crisis económica y, sobre todo, por lo que puede llegar a suponer en el futuro inmediato si se desarrolla todo su contenido.
Lo que ha llamado más la atención de los medios y de la opinión pública han sido los 1.030 millones de euros que suman los importes económicos de las medidas aprobabas por el Consejo de Ministros para potenciar el desarrollo del turismo. La cifra no es en absoluto despreciable, aunque su cuantía pudiera también parecer escasa para un sector que aporta casi el 11 % del PIB de nuestra economía.
La importancia y significación de las reuniones del Consejo de Ministros y de los representantes del turismo en Palma de Mallorca no pueden verse limitadas a 1.000 millones de euros, porque lo que está en juego es algo infinitamente mayor en términos de creación de empleo, riqueza y desarrollo social. Y porque las palabras y los gestos del Gobierno (fecha y lugar de la cita, y contenido monográfico del Consejo de Ministros) han puesto de manifiesto una valoración estratégica del turismo como sector “prioritario” por su gran potencial para inducir actividad y riqueza en otros sectores de la economía española.
El Gobierno ha quedado comprometido con esta valoración del turismo y en su política y presupuestos económicos tendrá que ser coherente con lo ahora expresado, al menos en lo que le queda de legislatura. Pero comprometidos estamos también –y desde siempre— los emprendedores privados, que hemos protagonizado, muchas veces pese a la desatención pública, el desarrollo de este sector hasta el punto de hacerlo “prioritario”. También nosotros tenemos tareas pendientes de mejora en la definición de nuestros objetivos y en la gestión de nuestras empresas.
El turismo es lo más contrario a la desbandada del sálvese quien pueda. Es una empresa común que exige la convergencia de todos los agentes presentes en el destino turístico: empresas, Estado, Comunidades Autónomas y municipios. Sólo actuando juntos en una misma dirección podremos superar las dificultades de la crisis y construir una oferta que mantenga nuestro liderazgo en un mercado internacional cada vez más competitivo.
Un ejemplo de actuación en esta línea de actuación en común es la iniciativa de turismo gastronómico “Saborea España” que estamos poniendo en marcha, en la que está presente la Secretaría de Estado de Turismo, la Federación Española de Hostelería, una serie de municipios y las asociaciones de cocineros Eurotoques y Facyre.
José María Rubio
Presidente FEHR