Negro panorama el que se nos presenta cuando estamos en plena campaña de verano, y es algo más que una tormenta lo que se cierne de manera amenazante sobre el sector.
Los hoteles no alcanzan niveles de ocupación esperados, se han rebajado precios para estimular el mercado, se reduce de manera notable el gasto medio del turista, se buscan desesperadamente las ofertas de última hora, etc. Estamos en esa época del año en la que unos llevan esperando el banderazo de salida para correr a sus destinos de esparcimiento y ocio, y otros están esperando a que aquellos lleguen como caídos del cielo para llenar sus comedores, hoteles y terrazas. Pero parece que para ninguna de las partes protagonistas de esta historia las perspectivas este año resultan halagüeñas.
Para unos las rentas familiares están como están, hay que contener y racionalizar el gasto; se han cambiado los hábitos a la hora de salir de vacaciones, y quedan lejos aquellos veraneos “a todo trapo” donde no faltaba de nada. Ahora buscamos el dos por uno, la pensión completa o el todo incluido, o desempolvamos la fiambrera para llevar a la playa nuestra comida, mientras miramos con melancolía el chiringuito, recordando otros tiempos mejores. …”O tempora!, o mores!” que diría Cicerón
A los otros les suben el precio de la energía, con unas consecuencias aún no suficientemente ponderadas; se les habla de una más que importante reducción de turistas y visitantes (y ellos lo notan en sus propias carnes); hace unos meses se les hablaba de “brotes verdes” y qué paradoja, ahora el mensaje es que “hemos tocado fondo”, o sea que estamos muy mal, y no podemos ir a peor. ¿Nos mentían entonces o nos mienten ahora? Miedo me da.
Todo esto no hace sino incrementar la sensación de incertidumbre sobre el ansiado final de este periodo que nos ha tocado vivir, y con los negativos datos para el sector que se están produciendo, es difícil tener confianza en nada de lo que se escucha. A fin de cuentas, parece que no se hace sino aplazar el momento de solución para esta crisis, en la que cada vez hay menos argumentos para mantener la ilusión de nuestros empresarios en invertir, contratar, o incluso seguir al frente de sus negocios.
Ante este difícil escenario la pregunta que yo hago no es si realmente hemos tocado fondo, lo que verdaderamente es más importante es saber si vamos a quedarnos ahí.
Ángel Luis Martínez
Gerente Federación Castellano-Leonesa Empresarios Hostelería